Tras la caída de Roma, los jefes militares de Inglaterra mantienen a
raya a las fuerzas del rey irlandés Donnchadh. Uno de esos líderes, Lord
Marke, pretende unir a las tribus inglesas para formar una fuerte nación
que se gobierne por sí misma. Su caballero más importante es Tristán, a
quien Marke ha criado desde que ése se quedara huérfano tras un ataque
irlandés en el que también murió la familia de Marke. Con Tristán a su
lado, Marke cree que puede unificar a su gente y liberar Inglaterra del
dominio irlandés. Pero Tristán alberga un terrible secreto… Herido y dado
por muerto tras una batalla, es cuidado hasta que sana por Isolda, una
misteriosa y guapa irlandesa que lo esconde de su padre, el rey Donnchadh,
y de sus ejércitos y le devuelve la vida.
Pero su apasionado romance se ve interrumpido cuando Tristán debe
regresar a Inglaterra, sin saber si verá de nuevo a Isolda. Todavía
tratando de crear cizaña y división entre las tribus inglesas, el rey
Donnchadh regala a su hija como premio de un torneo entre todos los
campeones de Inglaterra. Tristán gana la mano de la princesa para Lord
Marke, cuya visión de una Inglaterra unida finalmente podría verse
materializada. Tristán se horroriza al ver que la mujer que ha ganado para
su señor, la mujer con la que Marke se casará, es Isolda, su salvadora
irlandesa. Aún peor, Marke es un digno y buen futuro rey cuya confianza en
Tristán ha hecho del joven caballero ser quien es. Primero separados por
países en guerra, y ahora por la lealtad hacia el rey y su país, Tristán e
Isolda deben reprimir sus emociones en aras de la paz y el futuro de
Inglaterra. Pero cuanto más niegan su pasión, más ferozmente les abrasa. A
pesar de sus esfuerzos por mantenerse alejados, Tristán e Isolda se
sienten inexorablemente atraídos el uno por el otro, arriesgándolo todo
por estar juntos en un posterior momento.
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