Científicos de Bell Labs, el
motor de innovación de Lucent Technologies, han construido el
primer láser semiconductor del mundo que emite luz
continuamente y de forma fiable sobre un ancho espectro de
longitudes de onda en la gama de los infrarrojos. El nuevo
dispositivo, que elimina los obstáculos de intentos anteriores
de crear una acción láser de banda ancha, podría tener
aplicaciones potenciales que van desde las comunicaciones
ópticas avanzadas hasta los detectores químicos de alta
sensibilidad.
Las
propiedades del nuevo láser están descritas en un artículo
publicado el 22 de febrero en la revista Nature.
La técnica empleada para construir el nuevo láser podría ser
la base para futuros láseres semiconductores para fibra
óptica, así como para otras aplicaciones tecnológicas.
Como afirmó
Claire Gmachl, física de Bell Labs y responsable
del artículo de Nature: "Un láser semiconductor de
ultra banda ancha podría utilizarse para fabricar un detector
extremadamente versátil y sensible que puede detectar trazas
diminutas de contaminantes en la atmósfera. Podría emplearse
también para crear nuevas herramientas de diagnóstico médico,
como los analizadores de funciones respiratorias".
Los láseres
semiconductores son fuentes de luz muy útiles. Son compactos,
resistentes, a menudo portátiles, y potentes. Sin embargo,
típicamente son dispositivos de banda estrecha, que emiten luz
de un solo color en una longitud de onda característica.
Un láser de
ultra banda ancha ofrece ventajas significativas por las que
permite muestrear un amplio abanico de longitudes de onda al
mismo tiempo, siendo uno de los objetivos de los científicos
durante mucho tiempo hacerlo de modo tan seguro que pueda
operar bajo una amplia variedad de condiciones de
funcionamiento.
Para
fabricar el nuevo láser, los investigadores de Bell Labs han
montado más de 650 capas diferentes de materiales
semiconductores estándares utilizados en fotónica como si se
tratara de un sandwich con muchas capas. Estas capas se han
aglutinado en 36 grupos. Cada grupo tiene unas propiedades de
excitación óptica ligeramente diferentes y genera luz sobre un
rango de longitudes de onda corto, pero característico,
mientras mantiene transparente el resto. Cuando se combinan
todos los grupos, cooperan para producir una emisión láser de
banda ancha.
El nuevo
láser pertenece a un tipo de láseres semiconductores de alto
de rendimiento --conocido como láseres QC (quantum cascade, o
de cascada cuántica)-- que fueron inventados en los Bell
Labs en 1994 por Federico Capasso, Alfred Cho
y sus colaboradores. Un láser QC funciona de modo muy
semejante a una catarata electrónica. Cuando una corriente
electrónica fluye a través del láser, la cascada de electrones
desciende por una escalera de energía; cada vez que descienden
un escalón, emiten un fotón de luz infrarroja. Los fotones
emitidos se reflejan en la parte anterior y posterior dentro
del resonador del semiconductor que contiene la cascada
electrónica, estimulando la emisión de otros fotones. Este
proceso de amplificación permite elevadas salidas de
potencia.
El láser de
ultra banda ancha emite 1,3 vatios de pico de potencia sobre
el rango medio de infrarrojos de 6,8 micras (una micra es la
millonésima parte de un metro, o aproximadamente la centésima
parte del diámetro de un cabello humano).
"El
rango de longitud de onda puede hacerse, en principio, mucho
más amplio, o también más estrecho", comentó Gmachl.
"Escogimos el rango de 6 a 8 micras para la acción del láser
como un rango óptimo para una demostración convincente del
concepto. En el futuro, podremos ser capaces de adaptar o
ajustar el láser a las necesidades específicas de aplicaciones
individuales, incluyendo la fibra óptica".
Además de
Claire Gmachl, el equipo interdisciplinario que diseñó
y fabricó el más moderno láser QC incluía a los investigadores
de Bell Labs Deborah Sivco y Raffaele Colombelli,
así como a Federico Capasso, vicepresidente del campo
de investigación en física, y Alfred Cho,
vicepresidente adjunto del área de investigación en
semiconductores.
Con una
plantilla de 16.000 empleados aproximadamente repartidos en 16
países, Bell Labs es el principal origen de nuevas tecnologías
de comunicación. Bell Labs ha generado más de 28.000 patentes
desde 1925 y ha jugado un papel capital en la invención o el
perfeccionamiento de las tecnologías de comunicación
fundamentales, tales como los transistores, la interconexión y
el procesamiento de señal digitales, los sistemas de
comunicación por láser y fibra óptica, los satélites de
comunicaciones, la telefonía celular, la conmutación
electrónica de llamadas, la marcación por tonos y los módems.
Los científicos de Bell Labs han recibido seis Premios Nobel
en Física, nueve Medallas de Ciencia y seis Medallas de
Tecnología de los EEUU. Para ampliar información acerca de los
Bell Labs, visite su página web en
http://www.bell-labs.com.
sábado, 24 mayo 2014 |