La fusión de Telia y
Sonera crea la mayor operadora de los países escandinavos con
participaciones en otros países del continente europeo
Telia ha decidido,
finalmente, dar el paso. La operadora de telecomunicaciones
sueca ha anunciado la operación de compra que acabará con su
unión a Sonera, su rival finlandesa. Ambas son empresas
controladas por sus respectivos estados. Juntas tendrán una
capitalización de 17.000 millones de dólares, una cifra que
les permitirá equipararse a operadoras de la talla de Deutsche
Telekom y British Telecom.
La empresa naciente estará controlada en un 64% por los
accionistas de Telia, por lo que la compañía tendrá su sede en
Estocolmo, donde cotizarán los títulos. Los accionistas de
Sonera tendrán el 36% restante. Con todo, el estado sueco
controlará entre el 45 y el 50% de las acciones de la empresa
resultante, mientras que el gobierno finlandés sólo el 20%. No
obstante, ambos tienen intención de reducir esta
participación. A la cabeza de la nueva firma podría situarse
Harri Koponen, actual presidente de Sonera, aunque cabe la
opción de que se elija a alguien ajeno a las empresas. El
nombre de la nueva entidad no ha sido todavía escogido.
En total serán 34.000 trabajadores, 8’1 millones de clientes
de telefonía móvil y 7’6 millones de telefonía fija. La compra
permite a Telia despojarse de su negocio en Finlandia, donde
actualmente sólo controla un 5% del mercado de la telefonía
móvil. En su país, Telia se cubre las espaldas ante la entrada
de competidores de la talla de Orange y Hutchison Whampoa en
telefonía móvil 3G, y también ante menores como Tele2.
La fusión, entendida así por el tamaño de las compañías,
aunque realmente es una compra de Telia (8.700 millones de
dólares), está pendiente de la aprobación de sus respectivos
gobiernos y de la Unión Europea. De llevarse a cabo, Telia
habría conseguido su ansiado dominio en la Europa nórdica,
aunque a través de esta operación y no de otras estrategias
empresariales. Por otro lado, casi sin quererlo, se agruparía
una fuerte presencia en el mercado báltico de las
telecomunicaciones, donde ambas compañías tienen importantes
intereses. Igualmente sería relevante su presencia en Rusia y
Turquía.
Para Sonera, con una deuda que ronda los 2.000 millones de
dólares, la compra supondrá un alivio por la necesidad de
pagar sus licencias 3G, aunque sus accionistas ya han
manifestado su decepción ante el precio pagado por Telia.
Sonera obtuvo licencias para telefonía de tercera generación (UMTS)
en Alemania, España e Italia a través de los consorcios Grupo
3G (donde posee el 42,8%), Xfera (14,3%) e Ipse 2000 (12,5%).
sábado mayo 24, 2014 |