La actualidad - índice actualidad

  Un mundo de cine




¿Te interesa mejorar tu carrera?




CYBERSEARCH

Cybersearch  es un Portal de Empleo con más de 2.000 ofertas actualizadas para cargos intermedios y directivos, en el cual son también disponibles servicios de asesoramiento para candidatos.
 

 
 Registro de dominios


 

Soluciones inalámbricas: cómo elegir una tecnología en un mercado confuso
Los tiempos actuales son bastante agitados, y hay que emplear bastante tiempo en mantenerse al día sobre las diversas tecnologías que compiten en el sector de las comunicaciones inalámbricas.

Por Francisco García
director técnico de Enterasys Networks

El desarrollo de estándares es en el mejor de los casos un proceso largo y detallado, y se asume que los participantes en ese desarrollo deben establecer una dirección clara a seguir por el sector y por los clientes. Sin embargo, últimamente, en el campo de las tecnologías inalámbricas, los estándares mismos están resultando bastante confusos para cualquier observador externo. El mundo era un lugar mucho más sencillo cuando sólo había que preocuparse por productos inalámbricos bajo el estándar IEEE 802.11b.

Ahora bien, ¿En qué consiste toda la confusión?. Originalmente, se penso en que la transición desde el estándar 802.11b a una tecnología 802.11a se hiciera de forma fluida. Las nuevas tecnologías ofrecerían un ancho de banda más elevado (de 11Mbps a 54Mbps) y, al mismo tiempo, permitirían que la transmisión inalámbrica de datos se moviera a un área menos concurrida del espectro de radio (desde la banda de 2.4 GHz altamente saturada a la banda de 5 GHz, menos utilización). Si esto hubiera sucedido de forma fluida y sin obstáculos, el mundo inalámbrico no sería tan confuso como lo es ahora.

Entonces, ¿Qué es lo que ha sucedido?. Durante los dos últimos años, una serie de factores han introducido incertidumbre dentro del plan: en primer lugar, se ha descubierto que WEP (protocolo de encriptación inalámbrico) no era tan seguro como todo el mundo pensaba. Como parte del estándar WiFi, del que se hablará aquí más adelante, las redes inalámbricas pueden anunciar (literalmente, transmitir) sus nombres de red, para que sea más fácil encontrarlas y unirse a ellas. Este anuncio se conoce como el identificador SSID. El primer paso para ofrecer cierta forma de seguridad sería no transmitir este nombre o elegir un nombre que no pudiera ser adivinado con facilidad.

La conclusión de toda esta incertidumbre sobre la seguridad es que se ha convertido muy rápidamente en una preocupación para las empresas cliente que desean desplegar una solución inalámbrica. Para resolver esto en el área de los estándares, se formó el sub-comité IEE 802.11i, cuyo objetivo es ofrecer una forma interoperable y estándar de securizar datos inalámbricos. Al mismo tiempo, existe cierto número de soluciones propietarias de fabricantes que están dirigidas a resolver este mismo problema. Aunque muchas de estas soluciones son mejor que nada, no serán tan buenas como una solución basada en estándar. El punto de incertidumbre siguiente se centra en cuál deberá ser la "próxima" tecnología.

Parece que cada fabricante y cada consorcio tiene una idea diferente para resolver el mismo problema básico - cómo transportar datos a través de transmisión de radio, de una forma que sea segura y eficiente, y con una alta velocidad de transmisión de los datos. Si hubiera una sola respuesta, el mundo sería un lugar más sencillo. Desafortunadamente (o afortunadamente, dependiendo del punto de vista), hay muchas formas válidas de resolver este problema. A continuación se analizan algunas de ellas.

Diferentes tecnologías para un mismo fin

El primer lugar donde hay que buscar es la tecnología más próxima a 802.11b. La mayoría de la gente pensaría que es 802.11a, pero no es así. El estándar 802.11g está más próximo en cuanto a tecnología a 802.11b que el 802.11a. IEEE 802.11g se basa en realizar una tasa de transmisión de datos más alta (comenzando en 22Mbps) en el mismo espectro de frecuencia (2.4GHz) que 802.11b. Si sólo hubiera una forma de realizar 802.11g, la cuestión sobre esta tecnología sería más sencilla. En estos momentos hay tres formas incompatibles de ofrecer una solución 802.11g. Esto significa que potencialmente (algún día en el futuro, porque no se está entregando ninguna en estos momentos) podría adquirirse de dos fabricantes diferentes una solución para ofrecer 802.11g. Aunque ambos conjuntos de equipo podrían ajustarse al estándar 802.11g, no funcionarían necesariamente juntos a ninguna de las velocidades de transmisión de datos más allá de 11Mbps. A 11Mbps, las soluciones deberían ser compatibles con soluciones actuales que cumplen con 802.11b WiFi. Este punto fue una de las pocas cosas en las que coincidieron los miembros de la organización de estándares. Algún día, probablemente habrá un ganador único en el mercado 802.11g, pero hoy dista mucho de conocerse con seguridad cuál será la tecnología.

El conjunto de tecnologías siguiente que deberán analizarse son aquellas que denominamos tecnologías intermedias, ya que carecen de muchas de las funciones y características que requiere una red de datos de empresa. Estas tecnologías incluyen a algunas como HyperLAN 1 y 2, Bluetooth, Ultra-Wideband, Wide Band Frequency Hopping y HomeRF. Aunque ninguna de estas tecnologías tiene una presencia real en la corriente general, con la posible excepción de Bluetooth, todas intentan conseguir cuota en el mercado inalámbrico. Todas estas tecnologías poseen algún mérito técnico, y pueden ser una buena solución en algunos casos. El problema es que, como hay tantas de ellas, aumentan la confusión en el mercado. Y no se prevé que ninguna alcance una cuota de mercado importante, aunque probablemente persistirán durante algún tiempo.

Finalmente, está el espacio de mercado de 802.11a (54Mbps en el espectro de 5GHz). 802.11a es un estándar, pero también es una fuente de confusión en estos momentos. El problema está en que en el tiempo transcurrido desde que 802.11a se convirtió en un estándar en 1999 y hoy, cuando en realidad estamos viendo surgir esa tecnología, los requerimientos para ella han cambiado considerablemente.

Hay mayores necesidades de seguridad e interoperabilidad ahora que nunca. Cuando 802.11a fue aceptado inicialmente como un estándar, no se había creado ni probado nada de la tecnología. Ahora se ha descubierto, en base a la experiencia con 802.11b, que es necesario resolver algunos problemas graves de seguridad que no están cubiertos por el estándar actual. Estas preocupaciones están siendo abordadas por el comité 802.11i, tal como se menciona anteriormente. Aunque 802.11i puede utilizarse para cualquier tecnología 802.11 inalámbrica, está siendo considerado en realidad como la solución de seguridad para 802.11a. La seguridad especificada en 802.11i utilizará probablemente alguna forma de encriptación ampliamente aceptada, como AES o algo similarmente potente. Para que 802.11a sea realmente aceptada como una tecnología para ser utilizada en la empresa, debe incluir 802.11i para ofrecer una capacidad de seguridad potente y basada en estándares. El comité IEEE deberá ratificar 802.11i durante el próximo verano. Sencillamente, no estará disponible hasta entonces. Para implementar 802.11i, deberán realizarse cambios al nivel de chip. Esto significa que cualquier producto entregado hoy no tiene ni probablemente tendrá la capacidad necesaria para soportar 802.11i.

La segunda característica importante que falta en cualquiera de las soluciones 802.11a iniciales es la garantía de interoperabilidad. Las empresas y organizaciones comenzaron realmente a desplegar tecnología 802.11b cuando se les dio la seguridad de que lo que compraban era interoperable con tecnologías de otros fabricantes. Esto es importante para una empresa, porque significa que siempre podrán cambiar de fabricante cuando lo deseen, protegiendo así la inversión que han realizado en la tecnología en cuestión. La empresa no quedará entonces prisionera de la tecnología propietaria de una determinada compañía. Por muy buena que sea la tecnología, si es propietaria hay un riesgo importante. Dentro del espacio de la solución 802.11a, la interoperabilidad estará promovida por la alianza WECA (Wireless Ethernet Compatibility Alliance). Este grupo fue responsable de la especificación WiFi (Wireless Fidelity) para 802.11b, y ahora tiene una especificación para 802.11a llamada Wi-Fi5. Los pre-requisitos para probar un estándar de interoperabilidad, en lo que respecta a WECA, es que debe haber por lo menos dos fabricantes de chips produciendo chips, y por lo menos tres soluciones basadas en esos chips. Se prevé que el primero de estos pre-requisitos se cumplirá entre fines del verano y comienzos del otoño de 2002. Antes de entonces, no hay seguridad de compatibilidad, ya que sólo hay un fabricante de chips actualmente.

Otra área de confrontación respecto a 802.11a es la potencia de salida y las sub-bandas que se estén utilizando. En Europa, la especificación HiperLAN ha ganado cierto nivel de aceptación, que no tiene en ninguna otra parte del mundo. Uno de los motivos de esto es la capacidad de HiperLAN de reducir la cantidad de potencia de transmisión (salida) enviada por las antenas. Esto es importante cuando hay otras radios en la misma frecuencia de la solución que se está utilizando. Esta solución debe ser capaz de detectar estas otras radios y reaccionar reduciendo su potencia de salida con el fin de evitar que se interfieran entre sí. Esto se ha convertido en un requerimiento obligatorio en muchos países europeos y en otros países del mundo. Crear una solución 802.11a que no tome esto en consideración limitaría gravemente el mercado al que podría dirigirse en el mundo. En América del Norte, son muchos los que olvidan que hay necesidades diferentes en otros países. Desde un punto de vista tecnológico, tiene más sentido que una solución pueda ser dirigida a la mayor cantidad de situaciones posible, en lugar de tener que crear una solución diferente para cada país.

Dadas estas limitaciones, la única tecnología 802.11a que se está entregando actualmente está dirigida al mercado SOHO (pequeñas oficinas y oficinas domésticas), en el que la seguridad y la interoperabilidad no son una preocupación tan importante. En las empresas, a causa de la necesidad de seguridad e interoperabilidad, cualquier cosa que se despliegue ahora probablemente tendrá que ser sustituida más adelante.

Finalmente, está la cuestión de la continuidad de esta primera tecnología 802.11a. A falta de un nombre mejor, podría llamársele 802.11a+. Esta tecnología incluirá la capacidad de soportar 802.11a, así como la de poder ser objeto de una mejora a 802.11b. Además de esto, 802.11a+ cumplirá con WiFi5, simplemente al tener una variedad suficiente de soluciones frente a las que pueda ser probada. Esta tecnología estará destinada a resolver todas las preocupaciones de una empresa - seguridad, interoperabilidad, fiabilidad y capacidad de gestión. Aunque todo ello significa que habrá que esperar más tiempo por esta tecnología, algunas cosas merecen esa espera. Se prevé que esta tecnología estará disponible en el otoño de 2002.

Entonces, ¿Qué deberá hacer cualquier empresa que intente hoy desplegar tecnología inalámbrica? En tiempos de riesgo e incertidumbre, tiene lugar generalmente una "huida hacia la seguridad". Para el periodo de incertidumbre actual en el despliegue de comunicaciones inalámbricas, lo más seguro es apostar por la buena y conocida tecnología 802.11b, que es estándar e interoperable. La mejor solución es aquella que permita a una empresa adquirir una solución 802.11b ahora y hacer una actualización a cualesquiera tecnologías inalámbricas de éxito futuras. Tanto si estas tecnologías están basadas en torno a 802.11a, 802.11g o alguna otra especificación, deberá ser capaz de soportarlas. Por cierto, hablar de una solución susceptible de actualizar significa que es posible adaptarla a una tecnología más moderna, sin necesidad de desechar toda la tecnología antigua y sustituirla por nueva tecnología.
 

sábado mayo 24, 2014


Direcciones de correo electrónico: Editor Angel Cortés - Redacción - Información