Por Robert K. Weiler
Como las actualizaciones de servicios Web y software de la Web
se ponen más prevalecientes, manejar los recursos y requisitos
de apoyo de IT para estas actualizaciones se está haciendo más
difícil.
Mientras las actualizaciones automáticas de software parecen
más convenientes en primera instancia, en muchos casos, crean
una corriente subyacente de incompatibilidades introducida sin
el conocimiento o el control normalmente ejercido en la
administración de recursos de negocios de IT. La falta de
integración entre los mecanismos de entrega automatizados por
parte de los diferentes vendedores agrandará el problema.
Los mecanismos de entrega automatizados estarán viniendo en
todas las formas y tamaños, desde actualizaciones inalámbricas
para aplicaciones de Java que funcionan en los dispositivos
móviles inalámbricos al más nuevo archivo de definición de
anti-virus diseñado para combatir las últimas amenazas a la
seguridad comercial. Ni siquiera el hogar estará seguro cuando
los grabadores de video digitales, y los aparatos cotidianos
comiencen a recibir actualizaciones automatizadas controladas
desde lugares centrales.
Algunas de estas actualizaciones pueden confinarse a un
sistema o plataforma particular y pueden manejarse en mayor
parte si se brindan los recursos adecuados. Otras
actualizaciones automáticas tendrán consecuencias de largo
alcance, afectando potencialmente a miles o tal vez decenas de
miles de trabajadores y sus sistemas.
El software de actualización automática y las utilidades son
capaces de operar completamente sin intervención para bajar e
instalar las actualizaciones de Internet cuando se encuentran
disponibles. Un ejemplo de esto son las actualizaciones
automáticas de Microsoft para el Windows y los patches.
Giga Group recomienda no usar los seteos de no intervención
para las actualizaciones automáticas. Las compañías deben usar
un proceso de actualización manual donde deben comenzarse las
actualizaciones o, por lo menos, un seteo que notifique al
usuario cuando una actualización se encuentre disponible pero
que no la aplique automáticamente sin el consentimiento del
mismo.
La no intervención no es aconsejable por las siguientes
razones:
Algunas compañías han informado problemas de compatibilidad
después de que una actualización ha sido aplicada.
Computadoras que estaban operando normalmente comenzaron a
tener problemas. Si los usuarios o administradores no saben
cuando fue instalada una actualización, rastrear el problema
hasta su origen se hace difícil. Si múltiples actualizaciones
han sido aplicadas, el testeo de cada una después de que se
produjeron es un proceso de tiempo y recursos prolongados.
Puede no haber ninguna conexión directa entre el mecanismo de
actualización y sus capacidades de rastreo, y las capacidades
del software de ofertas líderes para la administración de
sistemas de escritorio. Éste es el caso de Windows XP.
Si existiera una integración más firme, simplemente podría ser
una cuestión de repasar la historia de una PC particular para
ver cuando la PC empezó a experimentar problemas y lo que
causó el cambio en el estado de la máquina. Si la historia de
la instalación de la actualización automática sólo puede
repasarse en la Web o desde la información accedida vía el
panel de control de la máquina en cuestión, la flexibilidad de
los administradores y la habilidad de resolver el problema
están significativamente reducidas.
Una vez que la integración más firme se halla disponible, las
actualizaciones completamente automáticas pueden ser una
opción viable para compañías que usan el software de
administración de máquinas de escritorio.
Con un número creciente de plataformas móviles y embebidas en
el mercado, la posibilidad de actualizar el dispositivo en
cualquier momento es un requerimiento encontrado en un número
creciente de compradores de negocios.A diferencia de los
sistemas de escritorio, que simplemente pueden perder alguna
funcionalidad debido a una actualización automática errante,
como cuando una aplicación específica deja de funcionar, pero
el sistema en sí continúa haciéndolo, un dispositivo móvil o
embebido generalmente se convierte en inservible cuando la
actualización falla.Sin algún grado de testeo, control y
restauración automática, que permita la actualización
automática de los dispositivos móviles y embebidos, se corre
el riesgo de que estos dispositivos se vuelvan un costoso
pisapapeles.
Algún día, los mecanismos de actualización automáticos podrían
adherirse a un armazón común que definirá cómo se realizan las
actualizaciones, cómo se manejan, y si fuera necesario, el
requisito para ir hacia atrás cuando surjan problemas. Este
armazón podría proporcionar incluso a los gerentes de IT una
sola fuente de mando por encima de la automatización de las
actualizaciones de IT, pero desgraciadamente, no es probable
que esta visión se manifieste dentro de los próximos tres a
cinco años.
Las compañías que permiten actualizaciones automáticas sin
intervención lo hacen hoy al riesgo de crear una carga de
apoyo adicional para rastrear los problemas cuando aparecen
las actualizaciones relacionadas. Los negocios deben ejercer
más control en cualquier proceso de actualización automática
de software y definir claramente las pautas a seguir para los
usuarios.
Las compañías deberían establecer un modo normal de
procedimientos para implementar cualquier formulario de
actualizaciones de software automatizado, de no intervención u
otro, y aplicar estos procedimientos a productos de diferentes
vendors en orden de minimizar los riesgos y aumentar al máximo
el potencial de mecanismos de actualizaciones automatizadas.
Robert K. Weiler is chairman, president, and CEO of
Giga
Information Group, a global technology advisory firm. Reach
him at
[email protected]. Giga senior industry analyst Ken
Smiley contributed to this column.
sábado mayo 24, 2014 |