El uso de nuevas
tecnologías de comunicación es una necesidad para el mundo
moderno, sin embargo el constante repicar de los teléfonos
móviles (celulares) también se ha convertido en una molestia
que algunos clérigos han decidido combatir.
El debate sobre los posibles daños causados en el cuerpo
humano por el uso de teléfonos móviles o por las ondas que
emanan de las antenas celulares parece olvidado, ante las
molestias que causan los diferentes sonidos emanados de los
cada vez más pequeños dispositivos.
La semana pasada, el párroco de Moratra, Alicante, en España
Francisco Llopls, aceptó instalar un inhibidor de teléfonos
móviles en la iglesia de la localidad que le permite al
clérigo oficiar su misa en paz y sin interrupciones.
La iniciativa de instalar el aparato que interrumpe la señal
celular, fue de un feligrés fastidiado del constante sonar de
los teléfonos móviles en la iglesia y que le impedían al
párroco comunicarse con su congregación.
El costo de la instalación del dispositivo anticelulares
ascendió a poco más de mil 570 dólares, señaló Raúl Aznar,
socio de la empresa de origen valenciano NICECOM.
La empresa española ha empezado a comercializar el producto en
otros edificios como el Hemisferio de Valencia, el Teatro
Principal de la capital valenciana y en varias universidades.
El sistema es simple y se trata de un aparato pequeño (una
tercera parte de una caja de zapatos), que anula las señales
que emiten las tres empresas celulares que hay en España
(Telefónica, Vodafone y Amena).
El religioso español considera que con el nuevo dispositivo se
favorece el ambiente de recogimiento y oración que es
necesario en cualquier acto litúrgico.
Por su parte, un obispo de la ciudad de Salerno, en el sur de
Italia, pidió a sus feligreses una penitencia de Viernes Santo
a la que calificó como muy "acorde a los tiempos" modernos y
de alta tecnología en que vivimos.
El clérigo italiano le solicitó a los fieles que se
abstuvieran de enviar mensajes a teléfonos celulares y
localizadores móviles durante la pasada jornada del Viernes
Santo, en la que se recuerda la crucifixión de Jesús de
Nazaret.
El obispo argumentó que al evitar el uso del aparato móvil,
los fieles podrían meditar para congraciarse con Dios y
consigo mismos, tal y como lo requiere la celebración
católica.
Lo anterior parece contraponerse al cauce normal del avance
tecnológico, pues las industrias informática y de
telecomunicaciones innovan día a día para ofrecer productos
tan revolucionarios como agendas electrónicas que permiten
acceder a Internet.
Sin embargo, las diferentes iglesias y congregaciones
religiosas también emplean los adelantos tecnológicos para
acercarse a sus fieles y para captar a nuevos adeptos.
De hecho, contraria a la petición del obispo italiano, en la
ciudad británica de Manchester, una iglesia cristiana estudia
la posibilidad de recurrir a los móviles para contactar con
los jóvenes e invitarles a reflexionar sobre el camino que
siguen en la vida. Agencias
sábado mayo 24, 2014 |