La cuarta licencia de telefonía móvil de tercera generación (UMTS)
en Francia se quedó sin postulante, al expirar hoy el plazo
para la presentación de candidaturas, informó la Autoridad de
Regulación de Telecomunicaciones (ART).
Según lo anunciado, Bouygues Telecom, el tercer operador móvil
francés, presentó el miércoles su candidatura a una de las dos
licencias que estaban en juego en este segundo concurso.La ART
publicará los resultados a más tardar el próximo 30 de
septiembre.
Se considera muy probable que Bouygues Telecom reciba el visto
bueno, con lo cual los tres operadores de telefonía móvil de
Francia se repartirán el eventual pastel del UMTS, una
tecnología que permitirá acceder a todo tipo de servicios
multimedia desde un teléfono móvil y cuya comercialización se
está retrasando.
Orange, filial de France Telecom, y SFR (de Cegetel, del grupo
Vivendi Universal), consiguieron una licencia cada uno el año
pasado, cuando fueron los únicos en postular por las cuatro
licencias que el Gobierno quería adjudicar.
Con tres operadores, el mercado francés de UMTS será mucho
menos competitivo que en otros países de Europa, dicen los
analistas.
Para las arcas públicas, la operación ha sido un verdadero
fracaso, ya que en lugar de los 19.000 millones de euros
esperados y que se iban a destinar al fondo de reserva de las
pensiones, sólo se va a recaudar apenas la décima parte.
El entonces Gobierno de Lionel Jospin había fijado el precio
de las licencias (4.950 millones de euros cada una) en 2000,
cuando el mercado de las telecomunicaciones, tecnologías y
medios estaba en plena euforia bursátil.
Cuando expiró en enero de 2001 el plazo para la presentación
de candidaturas, el entusiasmo se había esfumado y sólo France
Telecom y SFR postularon. Bouygues Telecom y Suez desistieron
por considerar excesivo el precio.
Las autoridades se vieron obligadas a convocar un nuevo
concurso para atribuir las dos licencias restantes y a revisar
considerablemente a la baja las condiciones.
El precio de la licencia cayó a 619 millones de euros, más una
tasa del 1 por ciento de la eventual facturación generada por
los servicios de UMTS. La duración de la licencia se alargó de
quince a 20 años.
Además de incumplir las directrices de Bruselas -que querían
más operadores de UMTS que los existentes de GSM-, Francia va
a recaudar infinitamente menos dinero que sus vecinos
británico y alemán.
Frente a los 1.857 millones de euros de las tres licencias en
Francia, Alemania recaudó más de 50.000 millones de euros por
las seis licencias que adjudicó, y el Reino Unido 38.400
millones por cinco. EFE
sábado mayo 24, 2014 |