Todos nos hemos preguntado alguna vez
que ha pasado con esos teléfonos móviles que, por el motivo
que sea (anticuado, poco atractivo o simplemente impopular),
no han tenido una buena acogida en el mercado.
Un comerciante británico del sector explica que decenas de
millones de teléfonos móviles acaban en mercados de segundo
nivel porque los fabricantes del teléfono no pueden hacer
pronósticos exactos de demanda del consumidor.
Solo en el 2001, un 30% de todos los teléfonos móviles
producidos no se pudieron vender al precio oficial porque eran
demasiado costosos, demasiado simples, no funcionaban
correctamente, tenían un diseño impopular o el color era
incorrecto, según un estudio de Mloop, comerciante Online de
teléfonos móviles. En el se explica que el desequilibrio entre
los pronósticos de demanda global de teléfonos y de modelos
específicos y las ventas que se alcanzaron realmente ascendió
a casi 80 millones de terminales en el 2001, con un valor
combinado de unos 8.000 millones de dólares.
Con todo, compañías telefónicas de la talla de Vodafone y NTT
DoCoMo mantuvieron unas perdidas en este apartado de 80
millones de dólares entre costes del inventario y la erosión
del precio. Dos tercios de esos 80 millones de teléfonos
sufrieron importantes rebajas y acabaron incluidos en
promociones donde se recortaba mucho el precio a cambio de una
suscripción. El resto fue comprado por los comerciantes, que
intentaron encontrar a compradores en el mercado secundario
global. Un dato: unos 27 millones de móviles GSM se negociaron
en el mercado secundario en el 2001, teniendo en cuenta que el
65% de los 400 millones de móviles vendidos correspondían a
este estándar.
Mloop estima que entre lo que las compañías pierden por la
escasez de terminales más populares y los excedentes de los
más impopulares, la erosión media del precio de los terminales
es de 1 dólar diario. De este modo, si un móvil de 200 dólares
permanece en 'stock' por tres meses, se abr depreciado hasta
los 24 dólares. Esto no quiere decir que no puedan venderse a
mayor precio, pero pasado este tiempo los comerciantes deciden
librarse de ellos mediante todo tipo de promociones y
descuentos o pasándolos a mercados secundarios.
Sin embargo, si los operadores intentan limitar sus riesgos de
inventario reduciendo los modelos y la cantidad, pueden no
poder proveer a clientes con los teléfonos que estos deseen,
de manera que se exponen a perder un rédito de 725 dólares, el
valor medio de un suscriptor para un operador.
Las operadoras telefónicas ven el inventario de móviles como
el segundo mayor gasto tras el despliegue de redes, según
Mloop. Las perspectivas para el sector no son muy halagüeñas,
ya que los teléfonos cada vez son más sofisticados y
diversificados.
Por ahora, solo las compañías mas pequeñas están sabiendo
manejar el problema, con la ventaja de producen menos modelos
y además utilizan unos módulos tecnológicos entandares para
todos los móviles, de manera que deben realizar pocos cambios
internos para crear uno u otro modelo. El cambio esta
prácticamente solo en el exterior.
Esta estrategia no sirve sin embargo para fabricantes de la
talla de Nokia, Sony Ericsson o Motorola, marcas a las que no
interesa fabricar modelos para targets reducidos. De este
modo, se ven obligadas a lanzar un amplio abanico de teléfonos
a la espera de sus resultados. JAR
sábado mayo 24, 2014 |