Los teléfonos móviles de la tercera
generación (3G), la más moderna, deben usarse a 22 centímetros
de los marcapasos y otros equipos médicos para evitar las
interferencias, según un informe del Ministerio de
Telecomunicaciones de Japón.
La distancia recomendada por las
autoridades da un amplio margen de seguridad a los móviles más
sofisticados puestos en el mercado, los 3G, ya que los
aparatos médicos sólo resultan afectados por ellos a una
distancia mucho menor, entre uno y 1,8 centímetros, muy
inferior a la de los móviles convencionales, gracias a que
emiten menos ondas electrónicas.
La investigación sobre los efectos de las
ondas electrónicas en los aparatos médicos fue iniciada por el
Ministerio japonés en 2000 y la recomendación de guardar las
distancias para los aparatos de la última generación es el
resultado de un segundo estudio sobre ellos, dijeron las
fuentes. Agencias
sábado mayo 24, 2014