El Tribunal Superior de Justicia de
Catalunya (TSJC) ha confirmado y considerado "procedente" el
despido de una trabajadora a quien la dirección de la empresa
decidió rescindir el contrato porque envió 'e-mails' a varios
clientes en los que criticaba a sus jefes y además, envió 'currícula'
durante el horario de trabajo.
La trabajadora G.C.H. fue contratada como administrativa por
la empresa 'Bosch Abellán Consejeros', primero de forma
eventual y luego, el 1 de marzo de 1999, de forma fija. El 25
de abril de 2001, la trabajadora recibió por 'burofax' la
carta de despido disciplinario en la que se le imputaba "el
envío de 'e-mails' a diferentes clientes de la empresa con
ofensas verbales hacia los jefes" y además, "el envío desde el
ordenador de la empresa y dentro del horario laboral varios
currícula", lo que constituía una "trasgresión de la buena fe
contractual".
Según consta en la sentencia, de la Sala de lo Social del TSJC,
la empleada envió desde el ordenador de la empresa un 'e-mail'
a un cliente alemán el 7 de febrero de 2001, en el que decía
entre otras cosas "ya estoy de nuevo desde el lunes en la
oficina y podría vomitar" o "al principio yo estaba bien pero
hoy tengo desgraciadamente un humor jodido" y calificando de
"sucias" algunas de las decisiones de sus superiores.
El 16 de febrero 2001, la trabajadora remitió un nuevo correo
electrónico a otro cliente alemán de la empresa en el que
decía "aquí no nos tomamos las cosas en serio; me enoja
muchísimo que personas que tan amables como vosotros sean
tratadas de esta manera, incluso si sólo se trata de negocios"
y añadía que había tomado nota de las sugerencias de su
interlocutor sobre empresas a las que enviar su currículum.
Asimismo, el 7 de marzo de ese mismo año, la administrativa
envió otro 'e-mail' a otro cliente en el que señalaba que
"todo parece como si quisieran echarme de patitas en la calle"
y añadía "pronto estaré lejos de aquí" y "aquí se trabaja
desanimado y después recibes un puntapié en el culo y si
tienes hijos, todavía más".
PEDIDOS POR CORREO ELECTRONICO.
El contenido de los 'e-mails' fue descubierto por la 'office
manager' de la empresa que se encargaba de bajar el correo de
los empleados que se encontraban en situación de baja o de
vacaciones puesto que el 95 por ciento de los pedidos llegaban
por correo electrónico.
La trabajadora impugnó el despido ante los tribunales que
rechazaron sus alegaciones. La empleada argumentó que algunos
de los correos habían sido enviados a amigos y no a clientes y
que algunas de las faltas habían "prescrito", puesto que dos
de los correos se habían remitido más de dos meses antes de
que se descubriera su contenido. Estos argumentos son
irrelevantes tanto para el juzgado de lo social número 16 de
Barcelona, en primera instancia, y el TSJC, que han
desestimado las alegaciones de la trabajadora. Según el TSJC,
"de la lectura de las citadas cartas electrónicas se evidencia
que se contienen valoraciones ofensivas graves para los jefes
como 'hijos de puta', 'nuestros machos jefes' o 'gilipollas',
así como otras relativas a cuestiones de personal y de empresa
que no debían trascender del ámbito propiamente empresarial".
En este sentido, el Alto Tribunal catalán tiene en cuenta,
además, que la empresa para la que trabajaba la administrativa
es de servicios por lo que los comentarios de la empleada
fueron especialmente perjudiciales dado que su "imagen es
vital para su viabilidad". EP
sábado mayo 24, 2014 |