Los directores financieros se
convierten en la mano derecha del primer ejecutivo o los
destronan tomando su lugar.
Se acabaron las aventuras y los liderazgos mesiánicos, propios
de épocas de expansión y crecimiento económico. Los Directores
Generales y los CEOS, en su versión anglosajona, escudriñan
los libros en busca de recetas maravillosas que permitan
ahorrar recursos financieros y los directores financieros,
como fieles depositarios de la verdad monetaria, son los
nuevos sacerdotes de esta nueva era de confusión y pesimismo
generalizado.
Hoy estos ejecutivos han desplazado dentro de la estructura
corporativo a los directores comerciales y de marketing,
gracias, principalmente, a la relantización de las ventas y la
desaceleración del ciclo económico. Sus recetas, basadas en
profundas reestructuraciones y reducción del gasto, orientan
hoy el día a día de las compañías, que presionadas por
analistas y el mercado financiero se ven obligados a tomar ese
camino, sea o no el más apropiado para su futuro.
Estas impresiones, han sido confirmadas por un reciente
estudio llevado a cabo por Ernst & Young y que bajo el titulo
de "Redefined: Generating Results" destaca el papel relevante
de los CFOs en este nuevo marco. "El lema del momento es,
el dinero manda", explica Pedro Farah, uno de los
coordinadores de la investigación, apuntando que, hoy estos
profesionales ocupan un lugar relevante y pieza fundamental en
la reorientación de la estrategia corporativa.
"Con la abundancia de dinero en empresas de nuevas
tecnologías la gran mayoría de las empresas acabo
flexibilizando los criterios para adentrarse en proyectos,
ignorando criterios básicos, como el desfase existente ente la
idea y la puesta en marcha del producto o servicio", añade
este consultor.
La huida del capital riesgo del mercado y el cambio realizado
por parte de los inversores al planear donde colocan su
dinero, revive el papel del director financiero para aquellas
empresas que buscan reducir sus gastos, una situación que
enfrenta a estos profesionales a realizar análisis con un
rigor, muy por encima de lo visto hasta este momento, dice el
estudio.
Dos, serán los factores principales que deben guiar su
trabajo. El primero el retorno al papel fundamental del ROI
(retorno de la inversión) en los desarrollos e inversiones de
la compañía.
El segundo, aprender a lidiar con la incerteza, manteniendo
opciones abiertas y aplicar la flexibilidad en las decisiones.
"Un reto muy difícil para estos profesionales en los que la
fluidez y la flexibilidad, no suelen destacar como los puntos
fuertes de un director financiero tradicional", apunta
Farah.
Insistiendo, sin embargo, "que este profesional este
resurgiendo como el impulsor fundamental en los cambios
organizativos de la organización como un todo", donde el
fin común esta por encima de los intereses de departamentos,
divisiones o partes de la compañía. Angel Cortés
sábado mayo 24, 2014 |