El grupo financiero holandés está
decidido a demostrar que está equivocado quien haya dicho que
el negocio de Internet estaba muerto, que el crecimiento era
imposible en medio de la ralentización económica y que la
banca al por menor era aburrida.
La banca online se encuentra inmersa en el centro del huracan.
Mientras analistas y grupos financieros de primera envergadura
dudan de la viabilidad, a corto plazo, de este nuevo canal
comercial, uno de los grupos más importantes del sector esta
dispuesto a demostrar lo desacertado de las recetas que vienen
de estas fuentes.
Su banco en Internet, ING Direct, ha desconcertado a los
cínicos, al crecer a un ritmo impresionante y las previsiones
auguran que su pequeña rama en la red pronto dará beneficios.
También está dando al grupo, que obtiene aproximadamente un 60
por ciento de sus ingresos en operaciones de seguros, el
triunfo que necesitaba mientras persigue una batalla larga
para convertir sus actividades bancarias y de seguros en una
verdadera estrategia integrada.
"El progreso de ING Direct en entrar en los mercados
bancarios maduros es espectacular, avalado por los fondos de
clientes que se ha atraído en un corto período de tiempo",
escribió el grupo belga-holandés Fortis recientemente.
La semana pasada, ING Direct llegó a cuatro millones de
clientes en España, apenas semanas después de su lanzamiento
en Italia y la compra de un banco alemán al por menor.
También opera en Canadá, Australia, Francia y Estados Unidos y
tiene 41.500 millones de dólares en fondos totales cinco años
después de abrir sus puertas.
El rápido incremento de clientes ha convertido a ING Direct en
el mayor banco "directo" en Europa -que usa Internet, centros
de llamada y el correo en lugar de una red tradicional-,
sobrepasando ampliamente a los dos millones de clientes que
tiene el grupo británico Egg Plc, por ejemplo.
Su crecimiento estelar es un caso al margen de la conmoción de
otros bancos directos que lucharon durante años y que fueron
impulsados por el auge de la Internet, hasta que los bancos se
dieron cuenta de que los clientes no migrarían en masa a la
red.
Una estrategia atrevida que no trata de suplantar al banco
tradicional del cliente
La estrategia de ING Direct es única. Se ofrece al cliente
como su segundo banco, al margen de la cuenta corriente
principal, ofreciendo un espacio para el ahorro o productos de
inversión, préstamos e hipotecas.
La estrategia saca provecho de la incertidumbre inversora
ofreciendo productos de fácil comprensión. Una vez que tiene
una masa de clientes, ING ofrece productos de "acumulación
de riqueza" más sofisticados, como comercio en la red,
pensiones y seguros de vida.
La estrategia es rentable porque opera de una forma barata en
mercados de elevados costos, usando el teléfono, Internet y el
correo electrónico, además de sucursales al estilo de una
cafetería.
Suzan Nolan, de la consultoría económica en Internet BlueSky
International, en París, dijo que ING Direct había sido
inteligente en centrarse en los cazadores de gangas.
"Pasaron veinte años construyendo una base de clientes que
recorrerían diez millas (16 kilómetros) para ahorrarse dos
dólares", dijo Nolan. Ahora, ING Direct se ha centrado en
los clientes que dan beneficios, añadió.
Los analistas creen que esta decisión tendrá probablemente más
éxito en países en los que los bancos minoristas son más
rentables.
"Los bancos alemanes tienen algunos de los ratios de
eficacia más pobres del mundo y no están haciendo nada al
respecto, así que ING Direct tendrá éxito allí", dijo el
analista Bart van der Feen de Lille, de la firma Rabo
Securities. "España y Francia serán difíciles porque los
bancos son muy eficaces", añadió.
Smit, de ABN AMRO, dijo que el asalto de ING no será mortal
para sus competidores, pero podría ser doloroso. "Es algo que
va a ser incómodo para algunos bancos en numerosas áreas",
dijo.
El Grupo ING es el mayor grupo financiero diversificado del
mundo, con 50 millones de clientes en 65 países y un valor de
mercado de unos 52.000 millones de dólares. Agencias
sábado mayo 24, 2014 |