Un equipo del Laboratorio de Física de
Sistemas Pequeños y Nanotecnología del CSIC ha creado un
sensor que, instalado en la cabeza de lectura magnética del
disco duro de un ordenador, permitirá compactar la información
de 200 ordenadores en el espacio de una moneda.
El logro, que tiene como base el aumento de la sensibilidad de
los campos magnéticos de lectura, se ha conseguido mediante el
contacto de superficies de diámetro muy pequeño (nanocontactos),
producido entre hilos de níquel colocados en forma de "T",
explicó ayer el CSIC en un comunicado.
Así, el equipo del CSIC, dirigido por Nicolás García,
demuestra que, al contrario de lo sostenido hasta ahora por
científicos de la Universidad de Nueva York, la clave para el
aumento de la sensibilidad de los campos magnéticos no radica
en el tamaño de la punta de dicho campo, sino en el
tratamiento electroquímico utilizado que consiste en una
disolución de elementos químicos.
Las posibles aplicaciones de este sistema son múltiples, ya
que se puede emplear allí donde sea necesario un sensor de
campo magnético, como en los satélites.
Si se instala este nuevo mecanismo en la cabeza de lectura
magnética de los discos duros de los ordenadores, se
aumentaría su sensibilidad, lo que permitiría disminuir el
tamaño de los bits magnéticos (la forma en que se almacena la
información en un disco duro o en un disquete) y se podría
compactar la información de 200 ordenadores en el espacio que
ocupa una sola moneda.
Además, el CSIC afirma que el nuevo sensor, que podrá tener
numerosas aplicaciones en el área de la electrónica y de la
informática, permitirá realizar sistemas de comunicaciones
audiovisuales y multilingües, y conexiones con canales de
televisión en un mini-ordenador portátil del tamaño de un
teléfono móvil. Agencias
sábado mayo 24, 2014 |