Los escándalos financieros y los
problemas derivados de los climas de inestabilidad en las
empresas se han situado en las primeras posiciones en el
ránking de preocupaciones de imagen entre las empresas
españolas, prácticamente nivelados con los potenciales
conflictos con consumidores o clientes.
Esta es una de las principales
conclusiones del estudio desarrollado entre los meses de mayo
y junio de este año por la Consultora de Comunicación ACH &
Asociados, entre cien empresas nacionales y multinacionales
que operan en nuestro país y que tiene como objetivo valorar
el grado de vulnerabilidad de su imagen respecto a la
situación estudiada por la consultora en 1996.
Junto a estos factores, los potenciales conflictos con los
sindicatos también han experimentado un fuerte avance respecto
a los datos recogidos en 1996, situándose muy próximos a la
preocupación que sigue generando un concepto que ha sido
englobado como “prensa hostil” y que apunta a la influencia
que los medios pueden llegar a generar en el deterioro de la
imagen de las empresas.
A pesar de estas preocupaciones, claramente influenciadas por
el clima de crisis económica de los últimos meses, el estudio
revela que, aunque las cifras han mejorado ligeramente desde
1996, cerca de una cuarta parte de las empresas consultadas
(22,2%) no disponen de un plan específico para reaccionar ante
eventuales situaciones de imagen adversas. Esta carencia de
previsión continúa siendo más acentuada entre las empresas
españolas donde prevalece una cierta tendencia a seguir
alimentando el tópico de la improvisación como estrategia de
reacción ante imprevistos.
Entre las empresas que sí disponen de estos planes
específicos, cerca de un tercio continúa sin mantenerlos
actualizados, sin que se hayan producido apenas avances en
este campo desde 1996. En concreto, entre las empresas de
capital español, cerca de una tercera parte reconocen que sus
planes no han sido revisados ni actualizados en los dos
últimos años.
Estos datos sobre la falta de preparación aumentan
considerablemente cuando se pregunta sobre si estos planes han
sido puestos en práctica, de manera real o ficticia, en alguna
ocasión, revelando que cerca de la mitad de las empresas
(44,5%) nunca han verificado la eficacia de sus planes ni ha
comprobado si la estructura de la compañía está preparada para
reaccionar con la agilidad y precisión que exigen este tipo de
situaciones adversas.
Para Antonio Hernando, Presidente de ACH & Asociados,
“estos datos revelan una cierta tendencia a considerar los
planes de prevención de crisis como objetivos en sí mismos,
más que como elementos realmente prácticos de ayuda para
reducir considerablemente los efectos adversos para la imagen
de las empresas que conlleva toda situación considerada de
crisis”.
Esta situación, añade Hernando, “tiende a ser algo más
frecuente entre subsidiarias de compañías multinacionales,
donde en ocasiones puede prevalecer el criterio de cumplir con
una exigencia marcada desde la central, sin llegar a valorar
en su verdadera dimensión e importancia el factor de
practicidad real que supone disponer de planes actualizados y
suficientemente rodados para actuar con la necesaria eficacia
ante este tipo de situaciones”.
Esta tendencia se ve reflejada nuevamente en la asignación de
equipos específicos para asumir la gestión de este tipo de
situaciones adversas. Aunque estos datos sí han mejorado
considerablemente respecto a 1996, más de un 20% de las
empresas consultadas no cuentan con este equipo oficialmente
asignado o, en caso de existir, la falta de actualización hace
que, en ocasiones, aparezcan responsables que hace tiempo que
dejaron de pertenecer a la disciplina de la compañía.
Portavoces oficiales y formación
Los datos mejoran en lo que respecta a la disponibilidad de
portavoces oficiales, con más del 80% de respuestas
afirmativas. No obstante, este dato, muy similar entre
empresas nacionales y multinacionales, no significa
necesariamente que la figura del portavoz oficial haya sido
valorada con criterios objetivos de eficacia, sino que
coincide mayoritariamente con las posiciones políticas de los
ejecutivos de cada compañía, más allá de sus cualificaciones
profesionales para asumir ese papel.
Preguntadas sobre la formación de sus portavoces, el 18% de
las empresas reconocen que su portavoz oficial no cuenta con
una formación específica en este campo y, respecto a la
experiencia, algo más de un 10% de las empresas consultadas
afirman que su portavoz oficial no ha tenido experiencias
relevantes hacia el exterior.
Las diferencias entre multinacionales y nacionales invierten
los términos entre experiencia y formación. Así, mientras que
entre las multinacionales se pone de manifiesto la inquietud
por la formación –más de un 90% de portavoces han recibido
formación específica--, entre las españolas prevalece la
experiencia directa.
Para Hernando, “estas diferencias parecen evidenciar rasgos
propios de nuestras diferencias de cultura empresarial, que
reflejan también parte de nuestras diferencias culturales,
especialmente entre países latinos y anglosajones, en términos
de improvisación y aprendizaje sobre la marcha, frente a
planificación y preparación específica. En cualquier caso, a
lo largo del estudio se observan rasgos muy relevantes, por
influencia de la información global, que indican que estas
diferencias tienden a reducirse considerablemente en el
entorno empresarial, para quedar en el mero plano de tópicos
poco generalizables”.
Valoración de los medios
Respecto a la consideración específica de los medios de
comunicación por parte las empresas, los datos revelan una
mayor moderación respecto a los datos recogidos en 1996, donde
aumenta la valoración positiva que las empresas hacen del
papel de los medios en relación a su imagen, reduciéndose
aquellas empresas que mantienen una valoración negativa o
neutra de su función.
Esta tendencia al equilibrio se refuerza al preguntar sobre
las relaciones que mantienen con los medios, aumentando las
empresas que consideran estas relaciones como positivas, y
reduciéndose los extremos, tanto en términos de “excelentes”
como las que califican estas relaciones como “nulas”. Las
diferencias en este campo, aunque continúan siendo favorables
para las empresas de capital nacional, se han reducido
respecto a los datos obtenidos en 1996.
Sobre la valoración específica de los medios y su poder de
influencia ante situaciones de crisis, la principal diferencia
en comparación con los datos de 1996 se refiere a la irrupción
de internet como elemento global de información, que aparece
con valoraciones próximas al 9%. Para las empresas
consultadas, el valor de internet aumenta drásticamente ante
situaciones de crisis internacionales por el aumento que
representa en términos de información global, reduciendo aún
más la capacidad para diseccionar localmente cada crisis y
afrontar reacciones específicas de acuerdo con la situación
propia de cada entorno.
La valoración del resto de los medios de comunicación mantiene
la clasificación general de 1996, liderada por la televisión y
la prensa nacional, seguida de cerca por la radio y la prensa
económica. Entre los medios especializados, las valoraciones
cambian drásticamente en función del tipo de crisis y de su
dimensión, llegando en ocasiones a representar factores
críticos, aunque con las limitaciones propias de su
periodicidad y, por tanto, su capacidad para influir con
inmediatez en este tipo de situaciones.
Para Antonio Hernando, “las principales conclusiones de este
estudio reflejan que, a pesar de estar atravesando actualmente
una situación generalizada de crisis económica, la preparación
de muchas empresas para preservar su imagen ante
situaciones adversas continúa mostrando importantes flancos de
debilidad, motivada mayoritariamente por una cierta cultura de
falta de preparación y prevención”.
Según Hernando, “es algo similar a lo que sucede con nuestra
propia salud y nuestra cultura de prevención, donde, en
general, aceptamos que existen riesgos y que debemos
prepararnos pero donde no siempre asumimos que realmente puede
pasarnos a nosotros y que, por tanto, es importante estar lo
más en forma posible”.
sábado mayo 24, 2014