Una de cada tres grandes empresas
españolas ha prohibido a sus empleados el uso de Internet y
correo electrónico para fines personales, según revela un
estudio elaborado por el 'e-business' Center de la consultora
PricewatershouseCoopers (PwC) y la escuela de negocios IESE y
basado en la consulta a 91 compañías.
Cuatro de cada cinco compañías de gran tamaño en España tiene
alguna política sobre la utilización de la Red y el correo
electrónico, pero menos de la mitad aplica códigos estrictos
que la definan.
Así, las comunicaciones a través de 'e-mail' están menos
controladas (24 por ciento) que la navegación por Internet (45
por ciento), aunque la tendencia general es supervisar el uso
que hacen los empleados de dichos medios. De hecho, sólo un
doce por ciento de las empresas permite un uso totalmente
libre de Internet y catorce por ciento en el caso del correo
electrónico.
El diecisiete por ciento de las compañías encuestadas
supervisa a todos sus trabajadores, lo que extrapolado a la
plantilla de un millar de empresas supone que a trescientos
mil trabajadores se les controla la utilización que hace de
las Nuevas Tecnologías en el trabajo.
INFLUENCIA ANGLOSAJONA
El director del estudio y profesor de ética del IESE, Joan
Fontrodona, consideró que las políticas de control y de
supervisión españolas son menos habituales que en otros
países, especialmente de influencia anglosajona. En su
opinión, "la ventaja de este retraso es que podemos aprender a
utilizar estas políticas evitando los extremos en los que han
incurrido los países en que estas prácticas están más
extendidas".
El informe señala que la mayoría de los empleados utilizan
esporádicamente Internet con fines personales en su centro de
trabajo, principalmente para actividades como la consulta de
noticias, operaciones bancarias y envío de correos
electrónicos a familiares y amigos una vez por semana.
Según Fontrodona, los empleados "aceptan más fácilmente las
medidas de supervisión y las sanciones que se puedan
establecer cuando han sido previamente informados de las
políticas de la empresa y éstas están claramente definidas".
En este sentido, puede ser considerado negativo que casi la
mitad de las empresas encuestadas "carezca de políticas
escritas".
Para realizar la investigación se remitió un cuestionario a un
millar de empresas, de las que contestaron algo menos de un
centenar. Las respuestas correspondierona a directores de
informática (45 por ciento), responsables de recursos humanos
(13), directores generales (12), directores financieros (6) y
otros cargos directivos (24 por ciento).
sábado mayo 24, 2014 |