Unas cien familias argentinas se
dedican a elegir de la oferta de productos alimenticios en las
páginas de Internet, para acertar en los precios más bajos y
luego armar un solo pedido conjunto para abaratar los costos.
La sociedad "Los Incansables de Chacarita", nació en
1999 de la mano de 30 pioneros y en la actualidad es integrada
por más de 140 participantes estables que son miembros del
club Chacarita Juniors y fue la gestora de la iniciativa de
agrupamiento virtual y real.
La Asociación Civil Identidad y Alternativa, propicia el
espacio desde el que se está generando esta novedosa
iniciativa de compra comunitaria, que propulsó la creación de
M.U.R.G.A.S (Murgas Unidas Recuperando y Ganando Alegría
Siempre).
La nueva organización reúne a más de 80 grupos que operan por
el estilo en toda la Ciudad de Buenos Aires, aunque con menos
familias de las agrupadas en Chacarita, según datos aparecidos
esta semana en el diario Clarín.
El sistema, bastante simple, se basa en la confianza y la
participación, donde las personas buscan los mejores precios
en la página de Internet del Mercado Central y arman una
canasta quincenal a la que muchos se suman por correo
electrónico.
Una vez hecha la compra, se encuentran en una esquina del
barrio y se reparten los alimentos, sorteando así, en
parte, la crisis socioeconómica y de recesión que vive
el país, agobiado por severas medidas financieras para salir
de la situación.
Las familias, residentes en el barrio bonaerense de Chacarita,
responden al remitente que averigua los precios y se encarga
de tomar los pedidos quincenales, que en una quincena pueden
ascender a las dos toneladas y un costo de casi dos mil
dólares.
"Conocemos de cerca lo que está pasando porque tenemos llegada
a la gente desde hace mucho tiempo. Nosotros también sufrimos
el deterioro cotidiano de la vida de los vecinos", comentó a
Clarín Alejandro Fuente, encargado de las compras.
El proyecto, en crecimiento permanente desde su cercano debut,
hace apenas dos meses, anuncia a través de Internet la fecha
de la próxima compra, así como el horario y lugar de entrega
de la mercadería.
Un día antes de salir hacia el mercado, los interesados deben
suscribir el pedido y entregar el dinero correspondiente,
donde 40 por ciento de las solicitudes las reciben por e-mail
y el resto de los pedidos de forma personal o por teléfono.
Una vez realizada la compra, los delegados de las cien
familias se reúnen en el punto de encuentro prefijado y
retiran sus bolsas de alimentos.
El jefe de Promoción y Comunicación Institucional del Mercado
Central, Horacio Esteban, admitió la creciente demanda y del
aumento de consultas de compradores minoristas, en su
mayoría con mercadeo asistido por Internet.
Un grupo de 25 familias marginales, por ejemplo, como carece
de acceso a Internet, designa a una persona que desde un
cybercafé se encarga de contactar a Fuente y hacer el pedido,
muchas veces solicitando otros artículos diferentes de la
canasta.
Además de la red de compras, en el horizonte empieza a
aparecer un banco de medicamentos, un sitio de control medico
comunitario y una unidad de capacitación que apuntará a formar
a la gente del barrio, todo por la iniciativa grupal.
Para Fuente, "la idea es que la red se amplíe y está claro
que Internet puede ser una herramienta fundamental para la
organización de cualquiera de éstas y otras iniciativas del
grupo".
El líder comunitario define el ideario de la iniciativa: "con
gente humilde, involucrada en el trabajo, pensamos y creemos
que la sociedad está dispuesta a dar un gran salto".
"Creemos que es momento de acercarnos, de ser solidarios y
que todo puede cambiar si participamos y trabajamos por un
barrio, que es trabajar por una sociedad mejor", concluyó
el promotor del novedoso proyecto solidario en la red de
Internet. Agencias
sábado mayo 24, 2014 |