Con una millonaria campaña
publicitaria, Apple Computer reaviva en estos días su vieja
rivalidad con Microsoft, con la intención de superar por fin
la marca del cinco por ciento del mercado de computadoras que
tiene actualmente en Estados Unidos.
"Me alegro de haber cambiado", dicen los avisos a
página entera en la prensa y los spots publicitarios en las
grandes cadenas de televisión. Allí, "personas normales"
explican por qué no quieren trabajar más con Windows y por qué
han decidido comprarse una Macintosh de Apple.
Hace cinco años, el fundador y jefe de Apple, Steve Jobs,
hablaba en un tono muy diferente con su competidor Microsoft.
Jobs había regresado entonces como salvador de la empresa que
había creado, y necesitaba urgentemente que Microsoft siguiera
editando programas para la plataforma de Mac, aunque ambas
empresas siguieran compitiendo en materia de sistemas
operativos.
En la feria MacWorld 1997, Jobs presentó a Bill Gates no sólo
como nuevo inversor que acababa de comprar 150 millones de
dólares en acciones de Apple. Gates se comprometió entonces a
seguir produciendo a largo plazo para Mac el estratégicamente
importante paquete Office de Microsoft.
Pero Apple ha dejado entretanto de depender de la ayuda de
Microsoft.
El equipo Macintosh de Microsoft ha producido en los dos
últimos años dos valiosas variantes de Office (Word, Excel,
PowerPoint), incluyendo una nueva versión para el nuevo
sistema operativo Mac OS X de Apple. Asimismo, con el Internet
Explorer y el programa de correo electrónico Entourage,
Microsoft dio un fuerte impulso al éxito en el mercado de Mac
OS X.
Pero en otros terrenos, Apple y Microsoft libran entre sí una
encarnizada batalla como competidores.
En el campo de los medios digitales, con su Windows Media
Player, la firma Microsoft de Steve Ballmer y Bill Gates trata
de sentar las bases para la difusión de videos y música a
través de Internet, incluyendo una controvertida limitación a
las posibilidades de copia con su Digital Rights Management.
Apple, por el contrario, con su producto multimedial QuickTime,
apuesta por la nueva norma MPEG 4, la tecnología sucesora de
MPEG 2 que, a su vez, es la base del popular formato de
trueque de música MP3. "Todos se están embarcando en el tren
MPEG-4, menos Microsoft", decía hace unas semanas Jobs, en la
MacWorld Expo de Nueva York.
En el escenario neoyorquino, Steve Jobs propinó otros
pinchazos al gigante del software que, si bien no herían de
gravedad a Microsoft, al menos no dejaban de provocar cierta
irritación en Redmond, la sede de Microsoft.
En la MacWorld Expo, Jobs presentó iChat, un miniprograma de
comunicación en tiempo real. Este software es provocadoramente
compatible con el Instant Messenger de AOL, el más serio rival
de Microsoft, mientras es de verdad incompatible con el MSN
Messenger de Microsoft.
Y, al presentar .mac, su nuevo servicio de Internet por
suscripción, Jobs no desperdició la oportunidad de propinar
otro lancetazo a Microsoft y a la estrategia futurista .NET de
Bill Gates. "Al contrario de Microsoft, nosotros
proporcionamos contenidos y conocimientos de lo que significa
Internet", dijo.
Mientras, analistas del mercado advierten a Apple de no
proceder con demasiada brusquedad con los grandes productores
de software como Microsoft.
"Al perder productores de software, Apple se meterá por su
propia cuenta en un pantano", señalaba Mike Silver, analista
de la empresa de investigaciones de mercado Gartner.
Agencias
sábado mayo 24, 2014 |