Una disposición de la UE que está por
entrar en vigor provocará que el reciclaje de computadoras se
vuelva oneroso, lo que afectará la donación de ordenadores a
países en desarrollo por parte de organizaciones
internacionales.
La medida responsabilizará a fabricantes de computadoras
personales por los daños al medio ambiente que puedan
ocasionar los equipos obsoletos cuando los clientes los
enriquezcan con nuevas versiones de programas o cambien
componentes del disco duro.
La Unión Europea (UE) busca que los fabricantes se comprometan
a reciclar en forma adecuada los ordenadores, para su
posterior venta como equipos de "segunda mano" o para grupos
de caridad los donen a países en desarrollo para fines
educativos y científicos.
Además, la UE estudia la posibilidad de prohibir algunas
sustancias utilizadas en la manufactura de equipo de
Tecnología de la Información (TI), debido a que contaminan el
medio ambiente.
Los expertos en la materia temen que el costo por eliminar,
reciclar e investigar nuevos métodos para disponer del
"hardware" eleve los precios de las computadoras.
Algunos piensan que el aumento podría ser de entre 50 y 60
dólares por cada aparato, cuando las nuevas leyes ambientales
del bloque europeo entren en vigor.
Según grupos ambientalistas, existe una buena oportunidad de
que las computadoras obsoletas terminen en un tiradero tercer
mundista, en donde miles de trabajadores queman, aplastan y
separan desperdicios electrónicos en busca de preciosos
metales.
El problema —dicen los ambientalitas— es que se exponen ellos
mismos y a sus alrededores a innumerables peligros tóxicos,
sin saberlo.
La realidad es que el camino que siguen los viejos
ordenadores, después de caer en manos de un distribuidor de
partes de segunda mano, se bifurca en: venta y donación,
siendo el último, quizá, el de mayor importancia para las
naciones en desarrollo.
Muchas empresas, hoy en día, reemplazan cada año una tercera
parte de su inventario de computadoras personales. Se vuelven
obsoletas tan rápido, que con frecuencia son descartadas en
condiciones de trabajo o con muchos componentes en
funcionamiento.
Una gran parte de estos ordenadores puede ser adaptado para
propietarios, cuyas necesidades sean diferentes a aquellas
requeridas por el dueño anterior.
Aunque algunos sistemas requieren de un trabajo extenso de
reparación, aquellos que por razones sólo económicas no pueden
ser restaurados podrían contener valiosas partes que servirían
para reconstruir otras computadoras o pequeños componentes
electrónicos.
El camino de la donación se ha convertido en uno de extrema
importancia para los países en desarrollo.
Susan Corrigan, presidenta del Consejo de Administración de
Gifts in Kind International, dijo que "el enriquecimiento de
la tecnología y el reemplazo de productos fue una prioridad
para nosotros, tiempo antes de que el término 'división
digital' se volviese popular".
Hace apenas dos años —comentó— nos pusimos la ambiciosa meta
de proveer, para el año 2010, un billón de dólares en
productos con nueva tecnología y servicios a 100 mil
organizaciones de caridad en todo el mundo.
Gracias a "nuestro constante crecimiento de número de
donadores, ya estamos a la cuarta parte del camino para
realizar esa meta", apuntó.
Una investigación realizada por la organización mostró que el
58 por ciento de agrupaciones sin fines de lucro tiene algunas
remotas capacidades vía computadoras personales, 73 por ciento
tiene portal en Internet, 97 acceso a la red de redes y 74
correo electrónico con voz.
Pero, como aseguró Sue Bell, analista internacional de Gifts
in Kind, no sólo se trata de "hardware", "software" y de
acceso a Internet.
Para las organizaciones no lucrativas, tener un plan
tecnológico representa una mejor oportunidad de usar
sabiamente la tecnología para mejorar sus servicios de entrega
y asignación de recursos, así como de hacer progresar sus
respectivas misiones.
Cada año solamente en Reino Unido más de un millón y medio de
computadoras son tiradas en basureros especiales que luego son
cubiertos con tierra, mientras otra cantidad igual se guarda
en almacenamiento y no se vuelve a utilizar.
Sin embargo, en los países en desarrollo el 99 por ciento de
estudiantes salen de la preparatoria sin haber visto o tocado
un ordenador en el salón de clases.
La agrupación internacional Computer Aid entrega computadoras
y otro tipo de equipo de tecnología de la información a
escuelas y organizaciones en más de 60 países en Latinoamérica
y el Caribe, África, Europa Oriental y algunos de Asia.
A su vez, la World Computer Exchange (WCE) ayuda a la juventud
más pobre del mundo a cruzar la inquietante división global en
información, tecnología y comprensión, al conectarla a
Internet a través de esos ordenadores a los que da vida luego
de rescatarlos de los basureros.
La labor de WCE ha sido valiosa para las naciones en
desarrollo deseosas de aprovechar las oportunidades digitales
que emergen de la naciente economía global por medio de
Internet.
Las computadoras, recicladas u obsoletas, más el engranaje de
sistemas de redes, conectan a escuelas en Latinoamérica y Asia
a centros eruditos en computación, para hacer más profundo el
entendimiento de la tecnología, de sus culturas y de su
historia. Agencias
sábado mayo 24, 2014 |