El programa actúa como un virus
troyano, violando claramente el Código Penal
La Asociación de Usuarios de Internet está recibiendo quejas y
consultas de usuarios que ven aparecer de forma espontánea en
su ordenador mensajes y ventanas publicitarias que ellos no
han solicitado. Aparecen de vez en cuando, al navegar en
determinadas páginas o incluso al teclear en nuestro navegador
determinadas palabras clave.
Los responsables de este fenómeno son programas de marketing
viral que se han instalado en el ordenador del usuario
generalmente sin su conocimiento.
Estos programas se comportan igual que un virus troyano.
Entran desde algunos programas gratuitos que se encuentran en
la Red, por e-mail, desde páginas web que instalan algún
componente (normalmente desde páginas de contenidos para
adultos, chat, casinos on-line, ..) o, simplemente, visionando
una página de un anunciante que usa esta aplicación comercial.
Al instalarse se altera nuestro sistema
operativo y a partir de ese momento el usuario cree que navega
con su explorador pero realmente lo hace a través de este
programa publicitario.
La agresividad de este «marketing vírico» permite, por
ejemplo, visualizar publicidad de nuestra empresa cuando se
visitan los webs de nuestros competidores e incluso, en algún
momento, esta publicidad sustituye a los anuncios de la página
original por los del competidor.
Estas intrusiones ilegítimas en la privacidad de los usuarios
ya ha tenido sus primeras repercusiones a nivel judicial.
Editores de los principales medios de comunicación en EE.UU.
han demandado recientemente a Gator, una de las primeras
empresas dedicadas a desarrollar este «marketing viral»,
por estas prácticas poco éticas. Pero la empresa, lejos de
abandonar este camino, ha inaugurado nuevos métodos como el
«one-click opt-install», es decir, las descargas de su
programa al pinchar en un anuncio, con mensajes confusos para
los usuarios.
Los anunciantes, por su parte, cuentan con fórmulas para
intentar esquivar su responsabilidad como por ejemplo poner en
marcha campañas de publicidad con técnicas piramidales que
convierten a cada usuario de estos programas en un vendedor on-line
a través de su web y su correo y también off-line a través del
boca a boca.
«Este tipo de publicidad es muy negativa e ilegal ya que se
vulnera nuestro ordenador y arremete la privacidad y el
derecho a la intimidad del usuario sin su consentimiento.
La publicidad legal que hay en una página también sale dañada
porque se da la sensación que esta publicidad proviene del
mismo web. Desde las asociaciones de Usuarios, Consumidores y
Anunciantes tenemos que luchar para erradicar este tipo de
prácticas», señalo Pérez Subías Presidente de la AUI.
La Asociación recuerda que cuando se instala cualquier
aplicación en el ordenador sin consentimiento está cometiendo
un delito de daños, recogido en el artículo 264.2 del Código
Penal. También advierte la AUI de que se está jugando con los
datos de navegación de los usuarios, una información muy
sensible que, aun habiendo consentimiento, debe estar
controlada por la Agencia de Protección de Datos.
sábado mayo 24, 2014