El escudo antirradiación BNT-40, de diseño español,
adherido a la salida del auricular, impide el paso de la
radiación electromagnética para que no afecte al cerebro.
La última campaña llevada a cabo por los operadores de
telefonía móvil a través de los medios de comunicación ha
querido enterrar definitivamente la polémica sobre los
posibles riesgos contra la salud que conlleva la proximidad de
una antena de telefonía. Según algunos estudios, la potencia
generada por dichas antenas es demasiado baja como para ser
peligrosa.
Por contra, en lo referente a los teléfonos móviles no hay
datos científicos que descarten sus denunciados efectos
negativos. El contacto directo entre el individuo y su
teléfono propicia una transmisión constante de
radiofrecuencias al interior del cerebro a través del oído,
hecho que no ocurre con las antenas.
Para prevenir estos posibles daños, expertos españoles han
diseñado el denominado escudo antirradiación BNT-40, pequeña
malla metálica que, adherida a la salida del auricular, impide
el paso de la radiación electromagnética que se dirigía al
cerebro, sin afectar al sonido.
Normativa sobre seguridad
Basándose en el consenso científico, diferentes organismos han
establecido sus normas de seguridad, siempre bajo límites
estrictos y muy por debajo de los considerados niveles
potenciales de peligrosidad. Desde junio de 2002 todos los
teléfonos deberán mostrar una etiqueta donde se indique su
potencia y el SAR (tasa de absorción de ondas
electromagnéticas) y no superar los límites establecidos.
No obstante, como indicador de seguridad, el SAR ha recibido
numerosas críticas por parte de los técnicos porque no es una
medida precisa, los límites de seguridad son relativos y sólo
mide el efecto térmico sobre el tejido, sin tener en cuenta
otras posibles interacciones.
Así funciona el escudo antirradiación
Para poder calcular la dosis absorbida por un tejido se
necesita tener información detallada del camino de entrada, su
metabolismo en el cuerpo y el tiempo que permanece en los
distintos órganos y no hay estudios que desechen los daños que
pueda producir una radiación por muy baja dosis que contenga.
La radiación emitida por teléfonos móviles, la
electromagnética, se transmite en todas direcciones formando
como un área de esfera, en un radio máximo de 7 centímetros,
siendo su intensidad mayor en el punto más cercano al aparato.
Los conos de radiación del móvil, que penetran con facilidad a
través de tejidos blandos, al apoyarse directamente sobre el
oído inciden en el cerebro. Las armas más efectivas para
bloquear la radiación proveniente del móvil son los metales,
pues tienen la característica de bloquear y absorberla. El
plomo, por ejemplo, se utiliza en los recintos de rayos x para
contrarrestar su peligrosidad.
El escudo antirradiación BNT-40, por su parte, posee una malla
compuesta por diferentes metales (oro , níquel, aluminio y
cobre) en exacta proporción que retiene y elimina la radiación
electromagnética que se dirigiría al cerebro, al tiempo que
deja fluir el sonido propiciando una comunicación perfecta.
Este pequeño escudo soporta en un marco adhesivo que se pega a
la salida del auricular. Un reforzador del mismo material se
ubica en la parte posterior del teléfono.
Efectos de la radiación electromagnética
Algunos estudios sí han abordado las posibles consecuencias
negativas que para el cuerpo humano puede tener la radiación
del teléfono móvil. Aunque aún se necesita más investigación,
se cree que una intensa exposición sería capaz de llegar a
producir cataratas, cefaleas, dolor e irritación ocular y
lagrimeo, sudoración, quemaduras de piel, quemaduras internas,
agotamiento por calor, alopecia, impotencia, trastornos
menstruales, pérdida de apetito, excitabilidad nerviosa,
sensaciones auditivas, diversas manifestaciones de neurosis o
cambios fisiológicos o comportamentales (cambio en los
patrones de sueño, defectos en la memoria a largo plazo,
reducir los tiempos de reacción, etc.).
Otras investigaciones incluso apuntan la posibilidad de
padecer cáncer, linfomas y posibles daños en el ADN de sus
células cerebrales. Hecho significativo es que, a pesar de no
existir pruebas concluyentes, los expertos están de acuerdo en
que hay que limitar el empleo del teléfono móvil a un uso
racional, por lo cual se intuyen sus posibles consecuencias.
El escudo BNT-40 es aplicable a todos los modelos de móviles,
no necesita mantenimiento ni recambio haciendo un uso regular
del teléfono y destaca por su eficiencia y sencillez de
aplicación.
http://www.bnature.com/google/escudo.htm
sábado mayo 24, 2014