La implementación del programa "Total Information Awareness" crearía una
completa base de datos sobre cada uno de los estadounidenses, aún cuando el
Gobierno no tenga orden de registro ni sospechas sobre sus actividades.
Agencias- El Pentágono elabora un plan orwelliano de vigilancia absoluta de la
población, en aras de la seguridad nacional, pero defensores de los derechos
civiles aseguran que sólo creará un "paraíso de espías" y no protegerá al país
de ataques terroristas.
El programa "Total Information Awareness" (TIA), a cargo del almirante
John Poindexter -famoso por su protagonismo en el escándalo Irán-Contra- busca
crear una mina de información sobre los estadounidenses, aún cuando el Gobierno
no tenga sospechas sobre sus actividades ni orden de registro.
El plan aún en ciernes es parecido al de "Gran Hermano" de la novela "1984" de
George Orwell, pero va más allá porque su base de datos reunirá, en un solo
sitio, una vasta información sobre cada estadounidense e incluirá su información
biográfica, su historial médico, archivos académicos y hasta sus hábitos de
consumo.
Grupos de defensa de los derechos civiles como la Unión de Libertades Civiles de
EE.UU. (ACLU), han hecho sonar la alarma y señalan que el programa podría
prestarse a abusos y a manipulación política, porque viola la privacidad de las
personas y puede atrapar en sus redes a gente inocente.
Es un verdadero paraíso de "fisgones", como lo han descrito algunos medios de
comunicación estadounidenses, como el columnista de "The New York Times"
William Safire, y ha sentado mal hasta en círculos conservadores.
Un portavoz de la ACLU dijo a EFE que el "TIA" supera con creces al espionaje
comercial ya en marcha en Estados Unidos, porque vincularía a inmensas bases de
datos de los sectores público y privado dentro y fuera del país.
La ACLU pidió al Gobierno de George W. Bush que anule el programa de rastreo
irrestricto de los estadounidenses porque "si el Pentágono se sale con la
suya, todos, desde el granjero de Nebraska hasta el banquero de Wall Street,
serían víctimas de la vigilancia cibernética de un todopoderoso aparato"
estatal.
Poindexter, ex asesor presidencial bajo Ronald Reagan en los años 80, defiende
el controvertido programa de 200 millones de dólares alegando que es una
herramienta útil para dar con presuntos terroristas en el país.
Como reflejo de su presente misión, la oficina de Poindexter incluso ha adoptado
como lema "Scientia est potentia", que traducido del latín significa "saber
es poder", literalmente.
Consciente de la controversia que ha generado el programa -que quedaría
completado en unos cinco años-, Poindexter insiste en que el Congreso de EE.UU.
tendría la última palabra sobre su uso, alcance y control.
"Los bancos, agencias de crédito y compañías de préstamos ya tienen mucha
información sobre los consumidores y no así el FBI", dijo a EFE el teniente
coronel Ken McClellan, portavoz del Pentágono.
"El colmo es que la Agencia de Seguridad Nacional (Pentágono) no pudo
interceptar la información sobre el paquistaní Mir Aimal Kasi, que mató a dos
agentes de la CIA (en 1993)", dijo McClellan.
Agregó que el Departamento de Defensa busca proteger los derechos
constitucionales de los estadounidenses y actuará con apego a las leyes del
país. La Cuarta Enmienda de la Constitución estadounidense prohíbe registros y
detenciones injustificadas.
McClellan reconoció, no obstante, lo difícil que será para el Gobierno mantener
un equilibrio entre la protección de esos derechos y la defensa del país contra
posibles actos de terrorismo.
En su página de internet, la agencia conocida en inglés como "DARPA", una
entidad secreta que financia el controvertido programa, explicó que su objetivo
no es otro que desarrollar tecnologías e infraestructuras que permitan
desarticular a las redes terroristas en el mundo.
"La clave para combatir al terrorismo es la información", explica la
agencia en su página de internet (www.darpa.mil), cuyo programa funciona en base
a complejos algoritmos que presuntamente serían capaces de detectar amenazas
terroristas antes de que se produzcan.
El Departamento de Seguridad Nacional, aprobado el miércoles por la Cámara de
Representantes y que será debatido en el Senado esta semana, sería uno de los
beneficiados del prototipo del Pentágono.
sábado mayo 24, 2014 |