Sanidad no puede retirar de Internet toda la publicidad sobre el Bio-Bac al estar algunos de los servidores que anuncian este producto ilegal  fuera de la UE

Las autoridades sanitarias son incapaces de retirar la publicidad del Bio-Bac, producto considerado como medicamento clandestino, de las páginas de Internet donde se anuncia. El subsecretario de Sanidad, Pablo Vázquez, confesó ayer que, aún después del desmantelamiento de la red que fabricaba y ponía a la venta Bio-Bac e Inmunobiol, había páginas web que ensalzaban sus supuestas propiedades terapéuticas. Admitió que algunos servidores informáticos que anuncian el falso remedio se encuentran en países ajenos a la Unión Europea, lo que impide su desaparición definitiva.

Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso, Vázquez aseguró que la circulación por la Red de sustancias o productos que se arrogan efectos cuasi milagrosos no es algo nuevo.

Por otra parte, el director de la Agencia Española del Medicamento, Fernando García Alonso, aseguró que a la luz de los análisis realizados, hay indicios que permiten sospechar que el proceso de fabricación del Bio-Bac era muy deficiente.

Los resultados de las pruebas de esterilidad efectuadas tardarán todavía algunas semanas en conocerse, pero por el momento se sabe que en algunos envases han aparecido hongos. Con todo, Sanidad sigue creyendo que el producto sigue siendo "inocuo" y que la salud de los pacientes que lo tomaron no corre peligro. "Los estándares de calidad que se exigen a un medicamento son muy altos", aseveró García Alonso.

A pesar de que el Bio-Bac no es tenido por dañino, las condiciones ambientales y de limpieza de la vivienda del fabricante, donde se encontró material de laboratorio de microbiología, "constituyen un riesgo para la salud en caso de que allí se hubiera producido", afirmó el subsecretario.

Para García Alonso, estos productos ilegales basan su éxito en la "imaginación" de sus diseñadores. "No hay ningún medicamento que actúe contra cuatro o cinco patologías", sentenció.