La Policía finlandesa puso ayer, lunes a disposición
judicial a dos directivos de la empresa de telecomunicaciones Sonera acusados de
espiar los registros de llamadas de sus empleados para descubrir quién filtró
información confidencial sobre la compañía al principal diario del país.
Con el arresto de los dos directivos, Jari Jaakkola y Henri
Harmia, son ya cinco los empleados de Sonera detenidos en las últimas dos
semanas, a raíz de un escándalo que podría salpicar incluso al anterior
presidente, Kaj-Erik Relander.
Las investigaciones policiales continúan para establecer
quién dio la orden de analizar en secreto los listados de llamadas de los
empleados de Sonera entre otoño de 2000 y la primavera de 2001, con el fin de
descubrir al autor de unas filtraciones al periódico "Helsingin Sanomat".
Durante ese período, el citado diario publicó una serie de
artículos sobre los conflictos internos en la dirección de Sonera, que incluían
entrevistas con empleados anónimos de la teleoperadora estatal.
El mismo periódico denunció el presunto caso de espionaje
el pasado once de octubre, citando de nuevo "fuentes anónimas de la empresa",
acusaciones que fueron rápidamente desmentidas por directivos de la
teleoperadora, entre ellos uno de los procesados.
La ley finlandesa prohíbe totalmente el acceso a los
registros telefónicos sin orden judicial, por lo que los acusados podrían ser
condenados por un delito grave contra el secreto de las comunicaciones.
El actual presidente de Sonera, Harri Koponen, aseguró a la
prensa que la compañía está colaborando con las investigaciones policiales y lo
seguirá haciendo hasta que terminen.
A pesar del escándalo, Sonera continúa con normalidad el
proceso de fusión con la teleoperadora sueca Telia.
sábado mayo 24, 2014