Bertelsmann anunció el pasado mes de junio la toma de control de Zomba antes de que la firma decidiera ejecutar su opción de venta que le vinculaba a la filial de edición musical de la multinacional alemana, BMG.

Agencias - La compañía germana no había revelado oficialmente el monto total de la operación, ya que su intención era conseguir reducir el precio de esta opción de compra, al considerarla demasiado elevada por la crisis del sector de edición musical.

El valor de Zomba se estableció en una época floreciente para la firma. Dos años después, su cuota de mercado se ha reducido a la mitad, un descenso que debería notarse en sus resultados.

Bertelsmann había efectuado una provisión de 1.000 millones en sus cuentas del primer semestre por la posible depreciación del valor de Zomba, dando a entender que el precio de la firma se había sobrevalorado.

Tras el cierre de la compra, el fundador y presidente de Zomba, Clive Calder, dimitió de sus funciones, aunque continuará en el grupo como consejero.

BMG tenía hasta ahora el 25 por ciento de las actividades de edición musical de Zomba y el 20 por ciento de la división de discos de la firma, que produce entre otros, a la cantante Britney Spears y al grupo Back Street Boys. Desde 1996, Zomba disponía de una opción de venta que oblilgaba a Bertelsmann a comprar íntegramente las dos actividades.