Los errores más comunes
Algunas equivocaciones que pueden llevarte a hacer el ridículo cuando se inicia
una historia de amor en la oficina:
• Pensar que un romance puede ayudarte en la carrera.
• Usar el poder para imponer tus deseos.
• Favorecer o perseguir profesionalmente a la persona con que quien estás
relacionada.
• Intercambiar besos o abrazos en el ambiente de trabajo.
• Pedir consejos a colegas o a tu superior sobre lo que te esta pasando.
• Trabajar con ropas provocativas para conquistar.
• Llamar al enamorado por el seudonimo usado en la intimidad.
• Resolver dentro de la empresa las diferencias que comenzaron fuera de ella.
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Tema tabú donde los haya, la revista Playboy, en su edición estadounidense, publicara en su número de
diciembre un estudio sobre el comportamiento sexual de los hombres y mujeres en
el lugar donde desempeñan su trabajo.
Angel
Cortés - Para realizar la investigación, la revista entrevisto por
correo electrónico a 10.000 trabajadores de ambos sexos, llegando a la
conclusión que el número de mujeres que practican sexo con compañeros de trabajo
es superior al de los hombres.
Un 50% de estos admitieron haber tenido alguna relación con alguna compañera de
trabajo, mientras que en el caso femenino el porcentaje se eleva a las dos
terceras partes.
Igualmente, un 20% de mujeres reconocieron haber tenido relaciones sexuales con
aprendices o compañeros en practicas, el porcentaje es inferior en cuatro puntos
(16%) cuando hablamos del sexo masculino, rompiendo la fama del hombre como
seductor en el ambiente de trabajo.
También son las mujeres las que más habitualmente han mantenido o mantienen una
relación con un superior jerárquico (46%), explicable por el hecho de que la
gran mayoría de jefes se corresponden con el sexo masculino.
En cuanto a las preferencias para practicar sexo en el lugar de trabajo, las
mujeres prefieren la mesa del despacho, mientras que el sexo masculino, mucho
más conservador, el sofá o una silla.
Finalmente, el estudio destaca que un 80% de los entrevistados, hombres y
mujeres, reconocieron haber flirteado con compañeros en el trabajo.
¿en tu oficina o en la mía?
Los
datos desvelados por la encuesta de Playboy coinciden sustancialmente con
otra realizada por el sitio britanico
www.newwoman.co.uk, aunque en este caso solamente se entrevisto a
mujeres para la investigación.
El sondeo, realizado para el sitio
de Internet , fue llevado a cabo entre 2.000 empleadas de edades que oscilan
entre 18 y 35 años. La encuesta también reveló que el 82 por ciento de las
mujeres trabajadoras coquetean con un colega masculino y el 89 por ciento
cree que un poco de coqueteo es bueno para su salud y les da seguridad.
Un 28% de las entrevistas reconocieron haberlo practicado
en las dependencias de la empresa, mientras que solo el 35% de estas
lamentan haber participado en este "juego".
El lugar más popular para el sexo en el trabajo fue "la
oficina de él", de acuerdo con el 25 por ciento de las mujeres encuestadas;
mientras que "la oficina de ella" fue el sitio preferido por el 16 por
ciento. Otros lugares favoritos para tener relaciones sexuales en el centro
de trabajo fueron el guardarropas (16 por ciento), la oficina del jefe (12
por ciento), el escritorio del jefe (10 por ciento), el estacionamiento
(cinco por ciento), el comedor (cuatro por ciento) y un armario (cuatro por
ciento).
Un 20 por ciento de mujeres, más decididas, dijo que estaban preparadas para
mantener relaciones sexuales con su jefe "sin importarles si les gustaba o
no, si esto representaba un ascenso seguro en su carrera". De acuerdo con la
encuesta, dos de cada 10 mujeres tuvieron relaciones sexuales con su jefe y
el 15 por ciento de éstas terminó casándose con él.
"Con tantas compañías afectadas por las intrigas sexuales, no es
sorprendente que algunas de las empresas más importantes estén intentando
incluir los romances en el centro de trabajo entre las condiciones fijadas
para romper un contrato, intentando impulsar la productividad y evitar que
rupturas de relaciones apasionadas afecten a la firma", dijo la
encargada del estudio, Lorraine Eames.
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sábado mayo 24, 2014 |