Tras el reciente anuncio del inicio de los despidos por parte del director
general de Wanadoo-eresMas, Antonio Anguita, se ha desatado una guerra de
impredecible final pero altos costes para la imagen pública de la propia
empresa.
Dicha trifulca se inició en el medio de comunicación diariored.com y el cruce de
acusaciones entre trabajadores y directiva hace emerger una clara situación de
irregularidades ocultas en ambas empresas.
Sin embargo la situación cuando menos es demasiado clara, la directiva a través
de sus departamentos de RR.HH. ha mantenido un clima de estabilidad basado en el
potencial económico de sus trabajadores, éstos al percibir el fin de dicho
estatus, se revelan y dan a conocer unas situaciones demasiado "escabrosas".
La situación de los trabajadores de Wanadoo, pese a actuar como compradores, es
de extremada dureza al ver cómo eran responsables de eresMas los que ocupaban la
dirección de la empresa así como que hasta ahora, la mayoría de las bajas
laborales se produjeran en sus propias filas.
A día de hoy, la falta de un arreglo por parte de France Telecom responsable
de Uni2, Wanadoo y actualmente eresMas, hace que las consecuencias de dicha
actuación no puedan ser medidas. La reciente campaña de Wanadoo (Positive
Generation) queda duramente dañada por no controlar los efectos colaterales de
la realización de un expediente de regulación encubierto.
Las realidades que se muestran a través del foro es de una fuerte tendencia al
autoritarismo por parte de la directiva, tejemanejes empresariales pero sobre
todo, un absoluto silencio hasta ahora por parte de los trabajadores.
Se reflejan también las actitudes de la directiva para impedir la creación de
comités sindicales así como una contundente eliminación de cualquier movimiento
a favor de ellos. Sin embargo, sólo un sindicato está haciendo intentos para
frenar dicha actuación, el Sindicato de Trabajadores de Comunicaciones (STC)
presente también en todo el grupo Auna.
Tanto despropósito hace dudar de la realidad de una crisis en el sector sobre
todo cuando responsables del grupo Auna, hacen público al entregar el expediente
de regulación de empleo de Auna cable, la finalidad de "dar un tirón de orejas
al gobierno por la no liberalización de las líneas terrestres de telefonía".
Los despidos sin embargo han comenzado y se prevén más de 400 que, unidos a los
de otras empresas como Auna cable, Terra, Ya.com y previsiblemente Telefónica y
Uni2, dejan un sector con una eliminación global de más de un
50% de plantilla.
sábado mayo 24, 2014 |