Parece demasiado bueno para ser verdad: un auto que se desplaza con una fuente
inagotable de poder, el hidrogeno, y que además no contaminan el medio ambiente.
Redacción y Agencias - Sin embargo, este viejo sueño de la industria automovilística esta a punto de
hacerse realidad. La pasada semana, Honda y Toyota presentaron los primeros
modelos comerciales que funcionan con células de combustible, más popularmente
conocidos como FCV, adelantándose a otros competidores que, como Ford, no
esperan comercializar sus modelos hasta el 2004.
Estos automóviles presentan mayor autonomía que aquellos que funcionan solamente
con electricidad, al poder recorrer 300 kilómetros, a una velocidad de hasta 150
kilómetros por hora, antes de ser recargados.
Toyota Motor y Honda Motor están alquilando un número reducido de estos automoviles al gobierno de Japón y a varios establecimientos públicos de Estados
Unidos, en un programa experimental que marca el mayor paso dado hacia una
ofensiva de mercado para ofrecer vehículos con células de combustible (FCV por
sus siglas en inglés).
Aunque el precio de alquiler es bastante elevado, 9.800 dólares mensuales para
el modelo FCV de Toyota de cinco asientos, y 6500 dólares mensuales para el FCV
de Honda, de cuatro asientos, se considera que es una buena inversión de cara a
ayudar a la investigación y reducir la dependencia energética del petróleo y su
carga contaminante.
El Estado de California, también ha optado por alquilar dos automóviles FCV uno
de cada fabricante. El de Toyota será usado por dos universidades de este
Estado, mientras que el de Honda será alquilado por el Ayuntamiento de los
Ángeles.
Que este Estado haya tomado la iniciativa en los EEUU es lógico, ya que una ley
vigente fija para el año 2009 el inicio de una nueva era para la industria del
automóvil, al exigir que todos los modelos que se vendan no podrán contaminar el
medio ambiente.
Una tecnología que no es nueva
Este tipo de vehículos, llamados también "autos verdes", pueden ser la solución
a la contaminación, al calentamiento global y a otros problemas ecológicos
causados por los autos convencionales.
Esta tecnología, se usó por primera vez durante el proyecto Apolo para ir a la
Luna en la década de 1960, y consiste en una mezcla combustible de hidrógeno con
oxígeno del aire, utilizando un proceso electroquímico que produce la
electricidad que mueve el automóvil.
Estos vehículos no contaminan el medio ambiente y los productos de desecho de su
funcionamiento son calor y agua, un agua tan pura que los astronautas del Apolo
solían beberla. Con lo que contaran con el apoyo de las organizaciones
ecologistas y de las administraciones municipales, donde la contaminación es ya
un grave problema que afecta a la salud de los ciudadanos.
El sistema de funcionamiento de estos vehículos FCV se basa en realidad de un
proceso sencillo, inverso a la electrólisis del agua. En ella, mediante la
aportación de energía, el agua se descompone en oxígeno e hidrógeno. La reacción
de electrólisis es la siguiente:
2H2O + energía -------> 2H2 + O2
En la pila de combustible, el proceso es inverso. Si se aportan oxígeno e
hidrógeno, en la pila de combustible se consigue que reaccionen y formen agua,
liberando energía eléctrica, que se puede utilizar para hacer girar un motor.
Esta es la expresión gráfica de la reacción:
2H2 + O2 ----------> 2H2O + energía
La teoría es sencilla, pero resulta difícil ponerla en práctica. La mayor
dificultad es conseguir hidrógeno para sumar al oxígeno. Transportar hidrógeno
en el coche es difícil, ya que puede explosionar en contacto con el oxígeno del
aire (reaccionan violentamente y liberan energía), por lo que se deben tomar
precauciones especiales. Por este motivo, el hidrógeno resulta difícil de
manipular y su almacenamiento no se realiza en estado puro.
Para distribuirlo, resulta necesario establecer una red de suministro que
requiere grandes inversiones, además de "fabricar" este nuevo combustible a
precios económicos que no fueran una barrera para su introducción en el mercado.
Sin embargo, nadie duda, de que en la próxima década, los automóviles FCV, junto
a los eléctricos, serán una seria alternativa a los actuales modelos basados en
la gasolina y más cuando se prevé para el año 2020 una fuerte reducción en la
producción de petróleo por parte de los países extractores con la intención de
no extenuar completamente sus reservas de crudo.
"Hay todavía muchos retos por resolver antes de una verdadera comercialización
masiva", dijo el presidente de Honda, Hiroyuki Yoshino, en una ceremonia de
cambio de poderes en las oficinas del primer ministro japonés, Junichiro Koizumi.
Con los autos de gasolina señalados como los responsables de una tercera parte
de la producción de gases de efecto invernadero, que contribuyen al
calentamiento global, los gobiernos de los países más industrializados han
reconocido la urgencia de impulsar la creación de autos verdes.
"Cuando asumí el poder el año pasado, prometí que en tres años reemplazaríamos
todos los autos utilizados por el gobierno, con vehículos de baja emisión,
aunque nos cueste un poco más", dijo el primer ministro Koizumi, en la
ceremonia. "Es importante que sigamos desarrollando autos verdes".
sábado mayo 24, 2014