Un informe independiente dado a conocer ayer pone de relieve la ineficacia de estos filtros al confundir sitios de información sobre salud con lugares pornográficos

Los adolescentes que buscan información sobre salud como parte de su educación no pueden acceder a muchos webs útiles debido a los sistemas de filtrado encargados de bloquear el acceso a contenidos pornográficos en escuelas y bibliotecas, cumpliendo la legislación federal norteamericana, según el informe de una fundación estadounidense que recoge la edición digital de 'The New York Times'.

Los programas de filtrados suelen bloquear las referencias a términos relacionados con el sexo, tales como 'sexo seguro', 'preservativos', 'aborto', 'gay' o 'lesbiana'. A pesar de que el 'software' puede ser ajustado para permitir el acceso a la mayoría de los webs de información sobre salud, muchos colegios y bibliotecas estadounidenses configuran las barreras del 'software' a sus niveles más excluyentes, señaló el informe.

Los investigadores descubrieron que los filtros configurados en su nivel menos restrictivo bloquean una media del 1,4 por ciento de los sitios web de salud, mientras que en su nivel más restrictivo los filtros bloquean casi una cuarta parte de los contenidos especializados sobre salud de la Red. No obstante, la cantidad de pornografía censurada sí que se mostró consistente, variando entre el 87 y el 91 por ciento en función de su rigidez.

Los programas bloquearon un porcentaje mucho más elevado de sitios de salud dedicados a asuntos de sexualidad segura, oscilando la horquilla entre el nueve por ciento de la configuración más permisiva y el cincuenta por ciento de la más restrictiva, añade el informe.

Para los investigadores, estos resultados significan que una escuela o biblioteca que utilice una configuración menos restrictiva de sus filtrado de Internet puede perder muy poco del efecto protector de sus filtros, y consigue minimizar la tendencia de los filtros de bloquear sitios web inofensivos e incluso valiosos.

Algunas de las voces que han expresado su oposición a los requisitos de filtrado de estos centros aseguran que estos sistemas sólo sirven para los padres en los hogares, pero que no son apropiados para otras instituciones a las que los menores se pueden dirigir para obtener un determinado tipo de información.