La Generalitat y la operadora de telecomunicaciones
Uni2 han pactado hoy finalmente, durante la prolongación de la junta de
accionistas que se inició ayer, acudir a la ampliación de capital de la filial
catalana de Uni2, Al-pi, en 70 millones de euros, según han confirmado
portavoces de ambos accionistas.
Al-pi primero reducirá el capital a cero para cubrir pérdidas y luego ampliará
el mismo en 70 millones de euros, de los cuales 54 millones serán capitalizando
la deudas que los dos accionistas mantienen con la compañía Al-pi y otros 16
millones en metálico.
De la deuda capitalizada, Uni2, filial de France Telecom, aporta 40 millones de
euros y la Generalitat 14 millones, mientras que de la aportación en caja el
grupo galo da 12 millones de euros y la administración catalana los 4 millones
de euros restantes.
Así pues, finalmente todo queda igual en la estructura de capital de Al-pi: Uni2
mantendrá su 75% y la Generalitat el 25% restante, sin que ninguna de las dos
partes venda a la otra, tal y como se había estado negociando las últimas
semanas.
Portavoces de los accionistas explicaron hoy que Al-pi estudia con la
Generalitat extender la red de esta operadora a ciudades como Manresa, Vic y
Mataró.
Además, el acuerdo permite salvar Al-pi de su liquidación, que era inminente por
las pérdidas de la filial catalana de Uni2 si ambos socios no llegaban a un
entendimiento, y ambas partes consideran que la compañía queda absolutamente
saneada al haber cubierto las pérdidas y haber pactado el plan de inversiones.
La ampliación de capital se ha realizado finalmente siguiendo los criterios de
la Generalitat, que esperaba que ambas partes la cubriesen en parte recurriendo
en parte a aportaciones en metálico, mientras que el grupo galo se quería
limitar a capitalizar deuda.
Según fuentes cercanas a la administración catalana, la Generalitat ha impuesto
su idea de que estos fondos no se destinen a pagar deuda, sino a financiar las
inversiones de la empresa para desplegar red en Cataluña.
Según han explicado portavoces de ambos accionistas, después de 12 horas de la
junta de ayer, la Generalitat, a través del secretario de la Sociedad de la
Información, Jordi Alvinyá, intentó sin éxito cerrar un acuerdo que pasaría por
comprar a Uni2 su 75% de Al-pi por un precio que oscilaría entre los 45 y los 50
millones de euros, siempre que Uni2 asuma su parte de la deuda de Al-pi, la cual
asciende a 115 millones de euros.
El objetivo de la Generalitat era, según las fuentes consultadas, dar el pase de
este paquete a Auna, que estaba dispuesto a integrar Al-pi en su grupo de
telecomunicaciones, ya que en Barcelona se encuentra la sede de Retevisión, su
filial de telefonía fija.
Uni2, empresa que controla France Telecom, se negó en rotundo, entre otras
razones porque en 1999 compró el 75% Al-pi, que entonces era el Centro de
Telecomunicaciones a la propia Generalitat por 78 millones de euros y
posteriormente ha realizado nuevas aportaciones de fondos adicionales para
financiar sus inversiones.
Por ello, la operación al precio que pretendía la Generalitat generaba
importantes minusvalías a los franceses y la administración catalana se negó a
pagar los 100 millones de euros que solicitó el grupo galo
lunes abril 12, 2004