La teoría que asegura que sólo existe lo que aparece en televisión empieza a
ser una realidad en el panorama de la música española, donde para convertirse en
un "superventas" es preciso ser actor o concursante de un programa televisivo,
según un reportaje elaborado por la agencia EFE.
Agencias - De nada sirve tener una trayectoria musical tan dilatada como
la de los Rolling Stones o el reconocimiento de la crítica -es el caso de
Shakira-, cuando se ha de competir en las tiendas con un aspirante a estrella de
uno de los programas de televisión de moda.
Las cifras de ventas muestran que los músicos veteranos pierden la batalla
frente a aprendices de cantantes de espacios como "Operación Triunfo",
"Popstars" o la serie "Un paso adelante", a los que se promociona
dedicándoles un buen número de horas de programación a la semana en los canales
españoles.
Según algunos críticos musicales, la lista de éxitos discográficos en España del
último año se parece a los primeros combates de Mike Tyson, cuando de lo que se
trataba era de ver cuánto tiempo le duraba el rival, ya que lo único que se daba
por seguro era su victoria.
En este caso, el Tyson del mercado discográfico español es cualquiera de los
álbumes editados al amparo de "Operación Triunfo" o alguna de las secuelas que
este programa -el más seguido de la historia de la televisión española- tiene en
el país.
Y en este hipotético ring han sufrido derrotas significativas reconocidos
cantantes como el español Joaquín Sabina, quien con su última obra, "Dímelo en
la calle", apenas consiguió alcanzar durante un par de semanas en noviembre el
número uno de ventas.
Su disco fue rápidamente desplazado por los neófitos miembros del grupo UPA
Dance, compuesto por cinco jóvenes actores de la serie televisiva "Un paso
adelante" (versión española de la estadounidense "Fame").
Según los productores del grupo, UPA Dance vendió en apenas dos semanas 400.000
ejemplares, cuando en España bastan 50.000 para obtener un disco de oro.
Otro ejemplo revelador: Rosa López, vencedora de la primera edición de
"Operación Triunfo" y cuya carrera musical en este momento resulta una
incógnita, vendió en una semana 450.000 ejemplares de su primer y, hasta ahora,
único disco.
Esta cantidad es equivalente a los que ha vendido Shakira en veinticinco semanas
y son sólo cien mil menos que los que distribuyeron Alejandro Sanz o el popular
dúo Estopa después de veinticuatro y veintisiete semanas a la venta,
respectivamente.
Cada siete días, UPA Dance y los nuevos discos de "Operación Triunfo" se
intercambian los primeros puestos de las listas de éxitos españolas, mientras
las revelaciones de la primera edición de este último espacio, como David Bisbal
o David Bustamante, se mantienen entre los diez primeros, meses después del
lanzamiento de sus trabajos en solitario.
Y ni siquiera los lanzamientos de figuras internacionales han podido alterar
esta situación. Los grandes éxitos del británico Elton John, de los irlandeses
U2 o los nuevos boleros de Luis Miguel no consiguen subir del puesto quince.
Este hecho resulta dramático para muchos artistas consagrados que, además de
sufrir las consecuencias del pirateo, no consiguen alcanzar las cifras de ventas
a las que estaban acostumbrados en este país.
Para estos creadores, todo es producto de la promoción "sin descanso" de que son
objeto las nuevas revelaciones musicales por parte de los canales de televisión
que las explotan.
Mientras más venden, más tiempo les dedican en las diferentes televisiones, en
una espiral que no tiene freno y que sigue sumando récords de cifras.
Sin embargo, los responsables de la Sociedad General de Autores y Editores de
España (SGAE) aseguran que el fenómeno "Operación Triunfo" ha conseguido paliar
en parte la crisis que sufre el sector y ha "atraído hacía la música a un
publico (sobre todo de adolescentes) que jamás había acudido a un concierto ni
había comprado discos".
sábado mayo 24, 2014