Un 23% de la población estadounidense sigue manteniendo el hábito de fumar aún a pesar de las prohibiciones y campañas alertando de sus efectos negativos sobre la salud.

Angel Cortés - Fumar en los EEUU no solo esta mal visto sino que más de uno puede enfrentarse a severas multas dadas las disposiciones que han venido adoptando las distintas administraciones sobre este tema.

La lucha contra el tabaco es una batalla de la sociedad y muchos fumadores tienen la sensación de encontrarse perseguidos y discriminados en un país en que la industria tabaquera es una de las más poderosas y fuente de importantes ingresos en la exportación de sus labores.

Sin embargo, las normas, cada día más restrictivas, las campañas de publicidad, que en ocasiones rozan el mal gusto, y las feroces actividades de los grupos antitabaco que en nada tienen que envidiar a las realizadas por los grupos antiabortistas, no consiguen frenar el consumo del tabaco en este inmenso país.

Una investigación llevada a cabo por la Agency for Healthcare Research and Quality (Agencia de Investigación y Calidad de la Sanidad),sobre más de 15 mil adultos americanos realizada entre el 2000 y 2001, revelaron que un 23,1% de la población sigue manteniendo este habito. 0,2% menos que en el 2000 y 1,9 menos que en 1993 (25%). Además el "vicio" del tabaco se ha extendido fuertemente en el sexo femenino que ya concentra el 43,4% del total de fumadores.

Enfermos y fumadores

La investigación también detecto que el padecimiento de algunas enfermedades en que el tabaco incrementa sus dolencias no es un freno para el consumo de tabaco. Así un 38% de personas con enfermedades crónicas de los pulmones y un 25% de los asmáticos siguen manteniendo el habito, como un 18,5% de los diabéticos y el 20% de las personas afectadas de hipertensión y enfermedades de corazón.

"Los resultados de la investigación no son una sorpresa" - dijo el doctor de la Universidad de Nueva York en Stony Brook Norman H. Edelman comentando los resultados de la investigación.. "Vemos gente así de testaruda todo el tiempo. Todo ello atestigua que un individuo se hace adicto a la nicotina de la misma forma que a la heroína, la cocaína u o otras drogas. Todos son conscientes del daño, pero no pueden luchar contra su dependencia".