El parlamento europeo votó a favor de una directiva sobre la reutilización de dispositivos eléctricos y electrónicos (Waste Electrical and Electronic Equipment Directive, WEEE).

Según la WEEE, los fabricantes de impresoras tiene la obligación de hacer sus cartuchos de tinta recargables y también deben abstenerse de acciones que hacen imposible la recarga que obligan al usuario a comprar sólo cartuchos “propios”.

WEEE también tiene que obligar a los fabricantes de otros dispositivos electrónicos reducir al máximo el volumen de piezas que no pueden ser recicladas y utilizadas por segunda vez.

La “basura electrónica” crece cada día y ya es un problema serio para la CE ya que acelerando el ritmo de la evolución los residuos se acumulan. La ley WEEE también reglamenta la fabricación de componentes electrónicos que contienen metales pesados u otras sustancias nocivas para el entorno o la salud humana.

Por otra parte fabricantes de terminales móviles anunciaron hace pocos días que los todos los modelos que se comercialicen en el 2005 serán reciclables en una decisión que busca disminuir los residuos procedentes de la industria electrónica.

Según explicaron estos fabricantes en Suiza, entre el 1% y el 2% de todo este material procede de los teléfonos móviles... un pequeño porcentaje, debido principalmente al tamaño de los equipos mucho más pequeños y ligeros que los equipos informáticos.