Los nutricionistas coinciden en destacar la ineficacia de iniciar regímenes
estrictos tras las fiestas
Agencias - Con la llegada del nuevo año y el fin de las fiestas de
Navidad, son muchos los que se plantean iniciar una dieta equilibrada para
lograr perder los kilos de más ganados durante los excesos navideños. Aunque en
una persona sana la alimentación ligera después de los abusos gastronómicos no
entraña riesgos para la salud -incluso en ciertos momentos es conveniente-, los
especialistas recomiendan siempre la moderación y la racionalidad como punto de
partida. Tema aparte son los pacientes con problemas de obesidad, en cuyo caso
se aconseja seguir las prescripciones médicas y evitar ante todo la
radicalización de la dieta.
"Las personas moderadas en las comidas diarias también lo son en estas fechas
y, aunque hagan pequeños abusos en la alimentación, van a saber volver al
equilibrio anterior a la Navidad", sostiene Federico Soriguer, jefe del
Servicio de Endocrinología del Hospital Carlos Haya de Málaga. De hecho, la
mayoría de las personas que aumentan su peso en las navidades no necesitan una
dieta específica para volver al estado previo a estas fechas; sólo basta
recuperar la actividad normal, afirma Soriguer.
Los especialistas en nutrición coinciden en destacar la ineficacia de iniciar
dietas estrictas tras las fiestas. "Esto sólo propicia que tengan más
facilidades de aumentar peso cuando la abandonen", indica Fernando Urdiales,
experto en Medicina estética. Es mucho más simple: "lo fundamental para
llevar una alimentación sana es recuperar la tan repetida dieta mediterránea,
frente a la "antimediterránea" que predomina en las fechas navideñas -rica en
azúcares y grasas-, repartir las comidas en cinco tomas al día y hacer un
desayuno completo", apunta Urdiales.
"Los excesos -precisa Soriguer- sí suponen un problema para aquellas personas
que no tienen una relación pacífica con la comida, es decir, que poseen más
apetito del suficiente para satisfacer sus necesidades calóricas". No en
vano, son los casos de obesidad los que presentan mayores complicaciones en
estos días.
Cerca de un 10% de los pacientes obesos abandonan sus tratamientos antes de
Navidad y se reincorporan meses después con un notable empeoramiento de su
situación metabólica. Las consecuencias de esta dejadez van desde el aumento del
ácido úrico y del colesterol, hasta las bajadas de tensión y glucosa. En estos
casos, es imprescindible el control médico para volver a la normalidad.
Tentación todo el año
No obstante, los expertos recuerdan que cada vez son más frecuentes las comidas
abundantes, al margen de la Navidad. Estas vacaciones no son más que un
paréntesis en las decenas de fiestas y excepciones que se presentan a lo largo
del año, y es la acumulación de excesos los que acarrean a la larga problemas de
sobrepeso.
"En estas fechas apenas hay tiempo de engordar; en dos semanas sólo se pueden
ganar unos gramos", advierte Soriguer. "La política consumista lleva a
que la Navidad comience antes cada año y todas las celebraciones se fundamentan
en la comida", recuerda Urdiales.
Justificación y culpa
La psicología juega un papel importante en muchas de las cuestiones que atañen
al peso. Dos sentimientos relacionados con los excesos se conjugan y aparecen en
las fechas navideñas. El psicólogo Cristóbal Escota habla, en primer lugar, del
sentimiento de justificación. "Intentamos convencernos psicológicamente de
que lo que hacemos no está mal. Es el 'por una vez no me pasa nada'",
explica Escota.
Sin embargo, cometido "el error" se manifiesta en ciertas personas otra reacción
psicológica: el sentimiento de culpa. "Se presenta en individuos propensos al
trastorno de personalidad y conductual y, en lo relacionado a la alimentación,
con un excesivo amor al cuerpo", apunta Escota. En los casos extremos, el
sentimiento de culpa puede llevar a una baja autoestima que desencadena en un
cuadro de ansiedad. Estos efectos desaparecen cuando se cumple el objetivo que,
en el ejemplo en cuestión, será la pérdida de los kilos acumulados mediante la
realización de dietas o ejercicio físico. Pese a todo, si no persiste, no
reviste mayor gravedad.
domingo mayo 25, 2014 |