Asociaciones de consumidores afirman que los usuarios de
móviles españoles pagan el 40% más del tiempo que consumen, denuncian que en
España y Bélgica las operadoras facturan desde el primer minuto de llamada y no
desde el primer segundo
Una de las principales conclusiones del informe europeo sobre el uso de
teléfonos móviles realizado por 36 asociaciones de consumidores, por lo que
afecta a España, es que el 40% del tiempo facturado por las operadoras no se
consume. En España y Bélgica -añade el informe- se contabiliza desde el
primer minuto de llamada y no desde el primer segundo.
Antonio López, jefe de prensa de la Confederación de Consumidores y Usuarios
de España (CECU), manifestó que "el hecho de que en España se facture por
minutos supone un cierto tipo de estafa. El usuario -afirma- quiere pagar
estrictamente lo que consume. Aplicar módulos por minutos debería ser ilegal. Es
un caso parecido a los módulos tarifarios de los aparcamientos públicos".
La telefonía móvil en España, señala el estudio de los consumidores europeos,
padece además una precaria cobertura geográfica, "y la pérdida de recepción
de señal es una situación habitual para los usuarios". La CECU indica que
las reclamaciones por telefonía -móviles y fijos- ocupan los primeros puestos en
cuanto al número de quejas que reciben anualmente.
Una de las más frecuentes es la que se refiere a la portabilidad del número.
"Ya existe la posibilidad de cambiar de compañía sin que implique volver a pedir
otro número. En teoría la operación es fácil, pero en demasiadas ocasiones el
operador ofrece muchas resistencias -tiempo, gestión, etc.-, tal vez con la
intención de disuadir al consumidor del cambio", explica el miembro de la
CECU.
Antonio López habla también del bosque de tarifas, horas y descuentos, según
sean días laborables o festivos, ofertas semanales, horarios o duración de la
llamada, "de tal modo que el consumidor no consigue aclararse con el
laberinto de horas y precios".
En cuanto a los problemas comunes del área, el informe habla de equívocas
campañas publicitarias, contratos con condiciones abusivas y la imposibilidad de
comparar precios y condiciones entre los diferentes operadores. Estas protestas
figuran entre las que se han detectado mediante un estudio realizado en toda la
Unión Europea (UE) entre octubre y diciembre de 2002.
Las organizaciones de consumidores también critican la práctica comercial de
regalar o vender por un precio simbólico el teléfono móvil, "porque ese tipo
de ofrecimiento normalmente lleva aparejado una contratación del término a muy
largo plazo y con tarifas mucho más elevadas".
domingo mayo 25, 2014 |