El editor del diario holandés Gay Krant (Noticias Gays) pide el veto de un videojuego donde el usuario dispara contra homosexuales, yonquis, perros y gatos.

Pablo Ruisánchez  “En Holanda tenemos leyes antidiscriminación que protegen a la gente de este tipo de discriminación por causa de su preferencia sexual”, aseguró Henk Krol a Reuters. El juego, que le produce “asco”, se llama Postal2, y para evitar su llegada ha pedido a la fiscalía que inicie un proceso en contra de su aparición en el país, prevista para el próximo marzo.

Postal 2 está producido por Running with Scissors, una compañía de Arizona que lo considera “no anti-gay”. “¿Sabes lo que te digo? Es un juego... acostúmbrate”, según palabras de Vince Desi, propietario de la misma.

El juego es una nueva versión de “Postal”, vetado en Australia y que según Krol tuvo una amplia recepción en el mercado holandés. Su objetivo es eliminar a enemigos hostiles y civiles desarmados que el protagonista encuentra en calles, parques y suburbios. El jugador también puede abandonar la partida suicidándose.

Desi afirmó que el jugador no tiene que matar a gays, que no gana puntos por hacerlo. “Puedes jugar en un modo pasivo sin matar a nadie”.
 

 

¿Existen límites para la imaginación? Pablo Ruisánchez - Los videojuegos son parte integral del concepto ocio para el sector de menor edad en nuestra sociedad. Hablamos de mentes en estado formación que aún tienen dificultades en comprender donde está el límite entre el juego y la realidad. ¿Qué valores aprende un niño que mata a gays, ancianos y yonquis en un videojuego? Es difícil de entender que una persona –sea de la edad que sea- pueda encontrar satisfacción con semejantes actitudes violentas; pero si eso es lo que les damos... No es censura, es responsabilidad lo que hace falta en todos los estamentos de esta compleja industria.