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SCO el difícil futuro de una compañía que no ha innovado |
La prometedora compañía que iba a popularizar el Linux en el entorno empresarial
vuelve a dar un tumbo a su trayectoria y se orienta, de nuevo, a Unix |
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Angel Cortés - La SCO que ahora conocemos, poco
tiene que ver con la original. Aunque parezca mentira SCO que durante mucho
tiempo fue la única compañía que mantenía un Unix para la plataforma Intel-PC (UnixWare,
adquirida a Novell y sucesor del Xenix) fue absorbida por una compañía orientada
al desarrollo de software libre: Caldera, en una operación que se inicio en el
2000 (con la salida a bolsa de la empresa) y que culmino el 7 de mayo del 2001.
La compra de SCO fue saludada entusiastamente por la
comunidad del software libre. Por fin confluían los caminos de dos sistemas que
están obligados a entenderse si no querían ser arrinconados por el creciente
empuje de Microsoft. Además, SCO aportaba su amplia presencia en el entorno
corporativo a un entorno que reinaba en centros de investigación y universidades
pero que le faltaba dar el salto definitivo al mundo empresarial.
Sin embargo, la unión de las dos empresas en lugar de simplificar las cosas las
complico mucho más. En poco menos de dos años, la empresa cambio dos veces de
nombre (Caldera International fue el primero y SCO Group el finalmente
adoptado), se dedico a mantener dos plataformas distintas: SCO OpenUnix y
SCO OpenLinux y la greña llego a los propios accionistas.
Pocos meses después de haber concluido la fusión, Tarantella Inc. (El
anterior propietario de SCO) y el MIT, ambos importantes accionistas,
denunciaban que la compañía se estaba distanciando de la filosofía "Open Source".
Era un preludio de lo que hoy estamos viviendo.
La llegada de UnitedLinux, de la que SCO Group (ya con el nuevo nombre) fue el
principal impulsor cerraba falsamente la situación. Parecía que la compañía se
reconciliaba con la comunidad de software libre, aportando un nuevo estándar al
mercado basado en la seguridad y estabilidad, piezas clave para el entorno
profesional. Pero tras ese anuncio, la GNU venía denunciando la política de
licencias que la empresa había emprendido y la puesta en marcha de SCOSource
para comercializarlas.
¿Donde esta el dinero?
El principal problema que cualquier profano en la materia detecta es que los
ingresos de SCO/Caldera provienen principalmente de la venta de sus licencias en
el entorno Unix. Las ventas de su Linux de pago son insignificantes si lo
comparamos con los ingresos de esas licencias y la idea de un Linux de pago no
ha cuajado como esperaba.
Algunos entienden que tras el SCO United Linux se encontraba una estrategia para
volver a levantar la división que existía anteriormente en el entorno UNIX con
alianzas cerradas y softwares propietarios. Una forma de devolver la
rentabilidad a la compañía vendiendo Unix disfrazado de Linux.
Otros que ha sido la falta de innovación la culpable de toda la situación y que
SCO/Caldera se ha dedicado a exprimir las licencias de la que es propietaria
antes que potenciar una alternativa única al entorno empresarial que hiciera
frente a la todopoderosa Microsoft. Aunque en este caso debería renunciar a más
potente fuente de ingresos.
Finalmente hay quien cree que tras todos estos movimientos no existía más que un
deseo, ser comprados por algún gigante de la industria (IBM) que reorientará su
estrategía y aprovechase su experiencia y sus patentes.
Lamentablemente sea cual sea la razón última, la compañía se ha convertido en
una rémora del pasado que prefiere vivir de sus ideas anteriores (por cierto
compradas y no desarrolladas por ella) que afrontar el futuro y su renuncia a
seguir apoyando el desarrollo de Linux es una muestra, más que evidente, de
ello.Ahora solamente hace falta saber si sus socios en la
andadura de United Linux seguirán prestándole su apoyo |
Enlaces
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Biblioteca del Conocimiento: Documentos y Estudios sobre
Linux |
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domingo, 25 mayo 2014 |
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