Sarenet, el operador Internet especializado en empresas e
instituciones y SPRI (Sociedad de Promoción y Reconversión Industrial), celebran
hoy el decimoquinto aniversario del envío del primer correo electrónico en el
País Vasco. El envío de este primer correo electrónico, realizado el 23 de mayo
de 1988 por el entonces vicelehendakari Ramón Jaúregui, constituyó el acto
inaugural de la primera red telemática del País Vasco.
Con el texto “Queda inaugurado el sistema de correo electrónico de la red
SPRITEL”, este correo electrónico fue el principio de lo que hoy es una de
las principales actividades de comunicación que se desarrolla en Internet. Para
hacernos una idea del volumen de información y la consolidación con la que
cuenta este sistema, cabe destacar que por los servidores de Sarenet pasan
diariamente más de medio millón de correos electrónicos. Esto refleja la
importancia que esta herramienta ha cobrado actualmente para la actividad
profesional en las empresas, principales clientes de este operador Internet.
Un poco de historia
El Programa SPRITEL fue creado por SPRI en 1987, para promover la utilización de
una nueva tecnología, la Telemática, base de lo que es hoy en día Internet. SPRI
puso en marcha esta iniciativa con 3 objetivos: promover la utilización de la
Telemática como herramienta por las empresas del País Vasco, favorecer la
aparición de una industria telemática capaz de satisfacer las demandas de las
empresas y, por último, conseguir los objetivos anteriores con una ventaja en el
tiempo respecto a otras regiones. En definitiva, un objetivo que no se medía en
rentabilidad económica sino en conseguir retornos en competitividad y eficiencia
en el tejido empresarial vasco.
En principio, el objetivo de SPRITEL era el acceso de los usuarios a las bases
de datos internacionales en las que estaba albergada la información y el
intercambio de la misma entre ellos, siendo la primera red telemática de uso
general que existía en España, además de la de Telefónica.
De este modo, SPRITEL creó una de las primeras Redes Telemáticas que permitían
el acceso a bases de datos y a los primitivos sistemas Videotex europeos. “En el
momento en que pusimos en marcha SPRITEL sólo había en España otro servicio como
el nuestro, que se encontraba ubicado en la Universidad de Ingenieros de
Telecomunicaciones de Madrid”, recuerda Roberto Beitia, consejero delegado de
Sarenet y director de SPRITEL durante sus ocho años de existencia.
Bajo eslóganes como “SPRITEL comunica a los ordenadores que les va a echar un
cable” o “Si no aprendes a hablar por teléfono, te vas a quedar colgado”, la
iniciativa también ofertaba equipos y módems de conexión a precios competitivos,
siempre con el respaldo de SPRI, al mismo tiempo que firmaba acuerdos con los
principales proveedores de información on-line de la época, con el fin de que
SPRITEL fuera el distribuidor de esa información.
En 1994 SPRI, creadora del programa SPRITEL, decide que la iniciativa se
transforme en una actividad empresarial privada. De este modo nace Sarenet, cuya
actividad empresarial es la continuación de la labor realizada por los mismos
trabajadores que en un principio desempeñaron su actividad en SPRITEL y que se
unieron, en su totalidad, a la nueva compañía privada.
El funcionamiento de SPRITEL
El funcionamiento de la red hace quince años era sencillo. El usuario de este
servicio telemático, tras conectar con su terminal a través de la línea
telefónica a cualquiera de los centros de comunicación que la red tenía en las
tres capitales vascas, podía acceder a los diferentes sistemas telemáticos
existentes internacionalmente, o bien conectarse entre ellos o con los equipos
instalados en la Administración Pública.
En cuanto al envío de un correo electrónico, el usuario debía emplear una
plataforma y un software determinado. El terminal era específico de texto, sin
gráficos, y el sistema era un poco más complicado que el hipertexto, accediendo
sin dificultades a través de un sistema de menús. De este modo, cualquier
usuario con un PC y un módem podía enviar un correo electrónico, o acceder a
“boletines electrónicos”, similares a los actuales “chats “ de Internet.
Gracias a este nuevo sistema, las empresas y profesionales podían contactar con
bancos de datos internacionales, utilizar el correo electrónico, videotex, y una
amplia gama de servicios que sólo las redes telemáticas podían ofrecer.
En aquel momento, este mail se envió con un sistema basado en los principales
Proyectos de Investigación Europeos. “El correo electrónico era muy usual en
Estados Unidos, pero aquí era un completo desconocido”, explica Beitia. “Mucha
gente que venía de estudiar y trabajar en ese país, ofrecía su conocimiento
sobre este medio a las empresas, que lo adoptaban gracias a su precio,
abaratamiento de costes de comunicación y utilidad”.
Esta herramienta, que en principio únicamente tuvo repercusión para la
universidad y algunos usuarios particulares, sin que fuera muy aceptada en el
entorno empresarial, se ha convertido hoy en una herramienta de comunicación
imprescindible.