La complejidad de las Tecnologías de la Información ha aumentado en relación
directa con su implementación en la empresa. En la actualidad, las TI se
encuentran implantadas en todos los niveles de las organizaciones– incluyendo
las relaciones de una empresa con sus proveedores y clientes – y su impacto
sobre el rendimiento general de la compañía es tal que implementar una política
de calidad de TI se ha convertido en un gran desafío.El punto débil: la
calidad en las TI en las compañías europeas
Este es el punto a destacar, ya que los sistemas de TI de la empresa deben
mejorar: el 67% de los directores entrevistados admiten la aparición de graves
errores de forma regular o sistemática en sus sistemas de TI. Sólo las compañías
alemanas destacan entre las demás empresas europeas encuestadas: “un simple” 47%
se queja de defectos de calidad en sus sistemas de TI comparado con el 81% y el
73% en Francia y Reino Unido respectivamente.
Además de la comparativa de ratios que dependen de la disposición de los
directores de TI a revelar información que consideran poco favorecedora, los
resultados muestran que los defectos encontrados son críticos y pueden llegar a
tener serias consecuencias para el rendimiento y actividad de la compañía: el
69% de las compañías alemanas reconocen haber experimentado un impacto
significativo que se ha traducido en la reducción de los beneficios. Las
empresas francesas y británicas han notado efectos negativos más ligados al
deterioro de su imagen entre sus actuales y potenciales clientes (64% y 45%
respectivamente) y una reducción en la productividad de sus empleados (64% y 43%
respectivamente).
Optimizar la contribución de las TI al rendimiento de la compañía.
En este contexto concreto es importante que la compañía mejore el nivel de
calidad en las TI, una prioridad para el 68% de los directores de TI
encuestados. La racionalización de los costes de TI es otra de las principales
preocupaciones (72%). Sin embargo, el estudio de IDC revela que más de la mitad
de las empresas entrevistadas – un porcentaje sorprendente (53’8%) – no han
adoptado ninguna política de calidad de TI. Las compañías del Reino Unido son
las que más se interesan por una estrategia de calidad en TI (49%) frente al 47%
en Francia y el 43% en Alemania. Al mismo tiempo, las empresas alemanas parecen
comprender la importancia de una estrategia de calidad, lo que se muestra en el
hecho de que el 42% de aquéllas que no poseen una política de calidad pretenden
implementar una. Esta dinámica les permitirá compensar el retraso
progresivamente y aumentará en el futuro la adopción de tales políticas hasta un
67% frente al 68% de las grandes compañías francesas y el 74% de las compañías
británicas.
La difícil alineación de las decisiones de TI con los objetivos de negocio
Casi dos tercios de las grandes empresas europeas que han implementado una
política de calidad en TI (62%) opinan que no ha sido completamente efectiva, ya
que aún encuentran grandes defectos en sus sistemas de TI. Esto limita la
capacidad de las compañías para obtener un beneficio totalmente satisfactorio de
sus inversiones en TI.
Este fenómeno se agrava por la dificultad que encuentran las empresas para
alinear sus objetivos de TI y de negocio.
Mientras prácticamente todas las compañías del Reino Unido y de Alemania
afirman que sus decisiones de inversión en TI están relacionadas con sus
objetivos de negocio (93% y 81%), sólo el 47% de las empresas francesas
confirman esta alineación. Al mismo tiempo, únicamente el 28% de las grandes
compañías alemanas, el 32% de las británicas y el 37% de las francesas poseen
una estrategia estructurada de calidad en TI que consista en la monitorización
de la alineación efectiva entre las necesidades establecidas inicialmente y los
resultados ofrecidos por las TI. ç
Los resultados del estudio de IDC muestran que estas dificultades en la
alineación son comunes a todas las compañías, independientemente de su
localización geográfica: la dificultad de los directores generales y los
departamentos de negocio para comprender los retos y las restricciones de los
departamentos de TI (72% de las empresas) y la dificultad de los directores de
TI para integrar los objetivos de negocio en las políticas de TI (52%).
Todo esto significa que es muy complicado para el departamento de TI mejorar su
contribución al rendimiento de la empresa, verdadero indicador de la calidad en
las TI. La definición de una política de calidad completa, sistémica y
sistemática, formalizada por la organización de un “centro de calidad” interno
es aún algo inusual entre las compañías europeas: sólo el 33% de las empresas
francesas, el 26% de las británicas y el 19% de las alemanas poseen un “centro
de calidad” a nivel interno.
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