Agencias - La última hazaña de este tipo ha sucedido en la
remota y desértica provincia de Ningxia, en el noroeste de China, donde
un grupo de trabajadores ha logrado trasladar a una distancia de 40 metros un
edificio de nueve pisos y siete mil toneladas, una costosa tarea que sin embargo
sólo les ha llevado siete días.
En la ciudad de Yinchuan, capital de la mencionada
provincia, los operarios literalmente cortaron los cimientos del edificio y
colocaron en su base ruedas, para después levantar ligeramente la estructura con
grúas, colocarla sobre unos rieles y deslizarla hasta su nueva ubicación, no
lejos de allí.
Aunque el verdadero motivo parece estar en el "pique" que en
los últimos tiempos se ha creado por ver quién consigue una mayor proeza en lo
que a mover inmuebles se refiere, los técnicos han justificado la acción en el
hecho de que es muy sencilla: "No cambia la estructura, tiene un bajo coste y es
rápido", aseguran.
Además, se prefirió mover el edificio dado que se trata de
una construcción relativamente nueva, erigida en 1998, y considerado su
relativamente elevado coste, 4,8 millones de yuanes (500 mil dólares).
Previamente, el ayuntamiento de Yinchuan, una de las
capitales provinciales más pequeñas y tranquilas de China, había decidido
aumentar de cuatro a ocho el número de carriles de la Calle Pekín, la más
céntrica de la ciudad, y el edificio dificultaba los nuevos planes urbanísticos.
En lugar de derribar el inmueble, destinado a oficinas,
comercios y viviendas, se optó por "empujarlo" a una velocidad de unos 0,25
milímetros por hora y así batir el récord anterior, un edificio de ocho pisos
también en China.
A pesar de que el edificio yinchuanés carece de cimientos,
los expertos han asegurado que es resistente a los terremotos que frecuentemente
azotan el noroeste de China, y así no sufrió ningún daño en el reciente sismo
ocurrido en la vecina provincia de Gansu, en el que fallecieron al menos ocho
personas.
El traslado de grandes pisos de un lugar a otro se ha
convertido en una imagen habitual de los telediarios chinos, que en los últimos
dos años han informado en al menos cuatro ocasiones de nuevos records en este
nuevo "deporte nacional".
Uno de los más sonados fue el traslado este año de un teatro
de Shangai, que según sus responsables se encontraba demasiado cerca de la calle
y el tráfico, por lo que se decidió "echar hacia atrás" la estructura unos
cuantos metros y dejar así más espacio para una zona ajardinada entre la fachada
y la acera.
Estas noticias recuerdan a la célebre película colombiana "La
Estrategia del Caracol", del director Sergio Cabrera, quien, por
cierto, vivió en los años 60, estudió en la Universidad de Pekín y hasta fue
miembro de la "guardia de estudiantes rojos" de Mao Zedong durante la Revolución
Cultural.
En la premiada película de Cabrera, una aguda crítica a la
especulación inmobiliaria, una comunidad de vecinos hace frente a una amenaza de
desalojo moviendo todo el interior de sus viviendas de un edificio a otro
(aunque no trasladan la fachada ni las paredes).
A buen seguro, algunos de estos espectaculares traslados de
edificios en China también vienen motivados por la especulación inmobiliaria, un
negocio que mueve millones y genera un buen número de casos de corrupción, que
llegaron a salpicar al mismísimo ministro de la Vivienda chino, recientemente
dimitido. |