Lilián Aguirre (Larazon.es) -
Todos los niños se acostarán temprano el próximo lunes. ¿Y
sin protestar! Saben que esa noche llegarán los Reyes Magos y hay
que dormirse pronto porque, de lo contrario, no dejarán un solo
juguete. Nervios, emoción... la ilusión inocente que sólo un niño
puede tener. Previamente cada uno ha enviado a los pajes de Melchor,
Gaspar y Baltasar una carta plagada de expectativas y Sus Majestades
han preparado un presupuesto nada irrelevante para hacer frente a
tales peticiones.
Aunque tanto Antonio López, portavoz de la Confederación Española
de Consumidores y Usuarios, como la Asociación Española de
Fabricantes de Juguetes (AEFJ) indican que este año no se han
producido subidas de precios relevantes, todo indica que los
españoles gastarán más de 628 millones de euros en juguetes en esta
campaña navideña. Si el consumo de estos productos no experimenta
variación, tal como todo parece indicar, el balance del año 2003
será parecido al de 2002: 897,16 millones de euros.
De ellos, el 70 por ciento los gastan Papa Noel y los Reyes
Magos. Según las estimaciones de la CECU, cada español gastará 141,5
euros como término medio en la compra de juguetes durante esta
Navidad. Según las estadísticas de la AEFJ el gasto anual en
juguetes por cada niño español ascendió en 2002 a 155 euros, una
cantidad superior a la que se da en Italia (128) o en Alemania
(148), pero muy lejana de la de Australia (364 euros) o EEUU (334).
Los juegos de actividades como construcciones o manualidades, las
figuras de acción y las muñecas fueron los más solicitados el año
pasado. Los peluches, sin embargo, pierden terreno.
Comparar precios
Pero, aunque el portavoz de la CECU asegura que, durante esta
campaña «los precios de los juguetes prácticamente no subirán
respecto al año pasado», no conviene relajarse. El mismo producto
puede tener precios muy diferentes según el establecimiento donde se
adquiera. «La diferencia es, en algunos casos del 30 y el 40 por
ciento», asegura López. Los Reyes Magos tendrán que tener cuidado:
pueden encontar hasta 25 euros de diferencia en el mismo juguete
según el comercio al que se dirijan.
La CECU ha realizado un estudio para analizar los precios de los
juguetes de cara a la campaña navideña en distintos establecimientos
y, a la vista de los resultados, recomienda comparar precios antes
de comprar. El establecimiento que tiene, en general, los precios
más altos, «es Toys R Us, seguido muy de cerca por El Corte Inglés»,
resalta López.
«Los más baratos son Carrefour y Alcampo», continúa el
portavoz de la CECU y las tiendas pequeñas «también tienen buenos
precios aunque presentan el inconveniente de ofertar menor variedad
y una cantidad más pequeña de productos», afirma.
Fraudulentos y peligrosos
Pero, a la hora de mirar la etiqueta, no conviene detenerse sólo en
el precio. Algunos juguetes resultan muy baratos en detrimento de la
calidad y, lo que es peor, de la seguridad. La AEFJ denuncia que
«muchos de los productos importados, en los que sólo se tiene en
cuenta el precio, dejan de lado la seguridad y constituyen un
peligro para la salud de los niños».
Los fabricantes se refieren a algunos juguetes que se producen
«fuera de los parámetros que establece la Directiva Europea de
Seguridad de los Juguetes, aunque están marcados con el distintivo
CE, y cuyos costes de fabricación son, por lo tanto, mucho más
baratos», aseguran en la AEFJ.
Según los datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, el 64 por
ciento de los juguetes analizados por las inspecciones de mercado en
el Centro de Investigación y Control de la Calidad en los once
primeros meses de 2003 incumplían la normativa. La mayoría procedían
de países asiáticos. Entre enero y noviembre del año que acaba de
terminar la Red de Alerta registró 67 notificaciones de juguetes que
entrañaban algún peligro, los más frecuentes por riesgos de asfixia,
cortes y heridas, quemaduras o estrangulamento. También en este caso
la mayoría de los juguetes procedía de Asia. Destacan, entre las
alertas generadas durante 2003, las máscaras que pueden suponer un
riesgo de asfixia, pelucas que pueden dar lugar a quemaduras por
estar fabricadas con materiales inflamables, pistolas con
proyectiles que pueden ocasionar heridas y «yo-yo» con cuerda
elástica, por riesgo de estrangulamiento.
El ministerio de Sanidad y Consumo comenzó a principios de
diciembre una campaña dirigida a concienciar a los consumidores de
la necesidad de elegir los juguetes adecuados para cada niño y
comprobar su seguridad. La campaña, con el lema «No te la juegues
con los juguetes», recomienda elegir sólo productos con el
distintivo CE, seleccionar los adecuados para la edad y capacidades
del niño, leer las advertencias de seguridad y las intstrucciones de
uso y comprobar que un niño menor de tres años utiliza un juguete
con la indicación «no conveniente para niños menores de 36 meses».
La AEFJ firmó el pasado 11 de noviembre un acuerdo de
colaboración con el Instituto Nacional del Consumo «con el fin de
garantizar los máximos niveles de seguridad de los juguetes y la
protección de los niños», indican los jugueteros.
Sus Majestades lo tienen difícil. Además de comparar precios
deben asegurarse de que el juguete sea adecuado y no resulte
peligroso y, todo ello, hacerlo compatible con la larga lista de
productos que aparece en cada carta tras el consabido «me he portado
bien».
El poder de la publicidad
Y, normalmente, esa relación de juguetes que cada «peque» solicita
coincide con los productos que se anuncian en la televisión. Según
una encuesta realizada entre 900 niños de nueve países europeos, el
81 por ciento de los pequeños elige sus juguetes por la publicidad
televisiva. Es una auténtica avalancha con la que hay que tener
cuidado. Recientemente se han retirado en España 10 anuncios a
petición de las organizaciones de consumidores. El motivo:
publicidad engañosa ¬confundian la realidad con la ficción o
utilizaban personajes muy famosos como reclamo¬ y contener
demasiadas escenas violentas
Frustración e insatisfacción
Los niños pueden sufrir frustración durante el día de reyes al no
recibir todos los regalos que se esperaban o que habían visto en los
escaparates, según la psicóloga infantil Esther Seco Moreno.
Ante esta situación, la especialista explica que «es fundamental
el papel de los padres, ya que durante los días previos han tenido
que transmitir a sus hijos la idea de compartir y pedir menos
regalos para que todos los niños puedan recibir juguetes».
Aunque en muchas ocasiones la frustración es provocada por los
mismo padres que, según afirma la psicóloga, «para satisfacer a sus
hijos compran juguetes que son superiores a las capacidades del
niño». Por esto es muy importante que, aunque los niños reciban
algún juguete comercial, «sea en los juegos educativos donde más
empeño pongan los mayores a la hora de realizar sus compras»,
explica Seco Moreno.
La psicóloga también advierte que castigar al niño sin Reyes o
coaccionar su conducta durante estos días para conseguir que «se
porte bien si quiere que le traigan algo» sólo produce angustia y
ansiedad innecesaria ya que son castigos que nunca se cumplen.
Además, «el argumento se puede volver en nuestra contra cuando el
niño siga con su conducta tras recibir los regalos».
La psicóloga recalca que la insatisfacción de los niños es cada
vez mayor a medida que consiguen todos los juguetes de los que se
encaprichan. «Ahora los niños están acostumbrados a tener
infinidad de cosas, pasan de unos juegos a otros sin saber centrarse
y se aburren rápidamente» argumenta. Por eso aconseja no comprar más
de tres o cuatros regalos, ya que al final lo que importa es la
imaginación y el tiempo que se les dedique para ayudar a que ésta se
desarrolle.
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