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El vicepresidente de SCOsource, Gregory G. Blepp, explicó a EFE
que se encuentra en España para apoyar las acciones del director
general de SCO para España y Portugal, Jesús Vega, a quién ha
acompañado esta semana para reunirse con los responsables de
informática de la Junta de Extremadura.SCO considera que una parte del
sistema operativo abierto Linux, procede del código UNIX,
propiedad de SCO, por lo que hace varios meses emprendió
acciones legales para hacer valer sus derechos y ha
puesto precio a la utilización de Linux en forma de licencias que,
dijo a EFE Gregory G. Blepp, han sido adquiridas ya por cientos de
usuarios en todo el mundo.
Por su parte el director de SCO para España,
Jesús Vega, declaró a EFE que
inició contactos con grandes usuarios de Linux en este país en
noviembre y que Blepp ha venido a España para reforzar esta acción.
El vicepresidente de SCOsource dijo que las acciones que siguen
para cobrar licencias son independientes de la que iniciaron contra
IBM hace 18 meses por considerar que su código AIX utiliza parte del
código de fuente UNIX, por lo que ha vulnerado el contrato que tiene
para utilizar UNIX.
Explicó que SCO le dio cien días a IBM para dar una respuesta
satisfactoria y, al no hacerlo, le ha quitado la licencia UNIX, lo
que significa que en la actualidad la está utilizando ilegalmente.
También ha emprendido una acción c ontra Novell,
que defiende que UNIX es de su propiedad y que ha
patentado la licencia, lo que ha sido recurrido por SCO,
que considera que este caso se resolverá en semanas.
Tras este proceso, SCO iniciará acciones contra grandes usuarios
de Linux en todo el mundo, también en España, para establecer
precedente jurídico, ya que, explicó Blepp, los usuarios de Linux
quieren tener constancia jurídica de que SCO tiene razón.
Gregory G. Blepp dijo a EFE que SCO no va a ir contra los
usuarios domésticos o educativos, sólo contra las grandes empresas e
instituciones que se benefician gratuitamente de Linux.
Añadió que, con estas acciones, SCO no pretende ir
contra el código abierto, sino defender sus derechos y
que, de hecho, colabora con proyectos Linux como Apache y
Samba.
Considera que en la actualidad hay en el mundo entre 2,5 y 3
millones de usuarios de Linux que tendrían que pagar licencias a
SCO.
Sobre la posibilidad de quitar la parte del código Linux que SCO
considera que es de su propiedad, Blepp afirmo que actualmente es
imposible, ya que habría que ir a la prehistoria de Linux y, por lo
tanto, sólo podría ser utilizado por expertos.
Eliminar esa parte, explicó, podría tardar una década, y siempre
dependiendo de los desarrolladores que trabajaran en el proyecto.
Blepp entiende la animadversión que produce SCO por las acciones
emprendidas, ya que empresas y Gobiernos están utilizando el Linux
sin costes, y dijo que desde que iniciaron éstas sus servidores han
recibido numerosos ataques de piratas informáticos.
Añadió que según transcurre el tiempo se siente más seguro y no
tiene duda de que ganará el proceso, porque "la realidad es
tozuda" |