Es lo que reclaman los trabajadores de RTVE, para quienes el
ente público debe regenerar su credibilidad como servicio público. Una
credibilidad, que dicen, ha quedado gravemente dañada y cuestionada tras los
últimos acontecimientos debido a las prácticas de sus directivos. |
Según señala la sección sindical de CCOO en RTVE,
los informativos y de TVE y los de RNE, incluyendo tertulias y programas,
"han sostenido la mentira de la mano de sus máximos responsables. Han intentado
confundir a miles de españoles que tenían derecho a conocer la verdad por medio
de la televisión y la radio pública. Ahora, las urnas han castigado esa
manipulación y la más mínima dignidad exige que dimitan inmediatamente".
"Urdaci no debe aparecer ni en un Telediario más, -añaden- y a continuación
debería dimitir de sus responsabilidades. En RNE, el responsable de
informativos, Manuel Ventero, debe seguir los mismos pasos".
Para CCOO, la política informativa de RTVE ha significado además una notable
perdida de audiencia. Los ciudadanos han abandonado progresivamente a TVE y a
RNE como consecuencia de "una larga apuesta partidista y por no haber
cumplido sus objetivos de veracidad, imparcialidad y pluralismo".
"Esa situación ha perjudicado directamente a los trabajadores de RTVE a los
que parte de la opinión pública identificaba injustamente con los responsables
de la manipulación. Los trabajadores de RTVE recuperarán la confianza de los
ciudadanos si los nuevos responsables de RTVE les dan la libertad y la
independencia necesaria."
Los trabajadores de RTVE creen que , como Director General, J. A. Sánchez tiene
la máxima responsabilidad del tratamiento informativo de RTVE en los últimos
días. "El sábado, jornada de reflexión, dio ordenes de que sólo aparecieran
en pantalla los miembros del Gobierno para informar del atentado y permitió que
el propio candidato del PP, Mariano Rajoy, saliera en pantalla para acusar a la
oposición de lo que llamó manifestaciones ilegales. Los trabajadores de 24 horas
llegaron al borde del plante cuando la Dirección sólo permitió emitir
declaraciones de ministros o aquellas que culpaban a ETA. En centros se aplicó
el control y la censura eliminando de la programación el informativo de las 14
horas, jueves y viernes".
Los sindicalistas, en otro documento fechado el mismo dia del
atentado dicen no entender, " cómo, durante
horas, la dirección de los Servicios Informativos de TVE, ha decidido retrasar
las declaraciones institucionales del Lehendakari vasco Juan José Ibarretxe y
del President de la Generalitat de Catalunya Pascual Maragall"
"El modo de hacer prepotente, de despreciar y criminalizar toda información u
opinión contraria al poder debe ser desterrado de RTVE. En su lugar, hay que
proteger la libertad de los informadores para hacer su trabajo con
independencia, contribuyendo de este modo a que los ciudadanos dispongan de
todos los datos para conformar libremente sus criterios. El nuevo gobierno tiene
la responsabilidad y la obligación de poner, lo antes posible, las medidas para
que estas prácticas no vuelvan a repetirse nunca mas en la historia de
nuestra democracia", concluyen.
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