Por Miquel Amigot (IBLNEWS.COM) - La excitación
del Silicon Valley y de Wall Street respecto a la próxima salida a Bolsa de
Google empieza a desbordarse, sin que todavía la compañía sea pública. En los
circuitos financieros y tecnológicos de EE.UU. la gente no para de especular y
de soñar. Una de las primeras personas que invirtió en Google, allá por 1998,
Andy Bechtolsheim, quien fuera unos de los fundadores de Sun Microsystems,
afirma estos días que puso $200.000 dólares y que si todo va como espera, su
participación puede valer este año $300 millones.
The New York Times contaba ayer, domingo 25, en una noticia de portada, que
entre los accionistas de Google están Tiger Woods, Shaquille O'Neal, Henry A.
Kissinger y el propio Arnold Schwarzenegger 'Terminator'. Todos ellos, se
supone, con los dientes afilados, percibiendo el olor del dinero inminente. Los
antiguos buscadores de oro de San Francisco parecen haberse transmutado en
accionistas de Google. Y es que el valor de mercado del primer buscador del
mundo puede ser, según los últimos cálculos, que dejan muy atrás la prudencia
del año pasado, de entre $20.000 y $25.000 millones.
Un market value superior al primer contratista del Pentágono
Si fuera ésta última suma -esto es, $25 billion, en expresión anglosajona-, su
market value sería superior a Lockeed Martin -el principal contratista del
Pentágono-, el gigante Federal Express, Nike y, por supuesto, muchos países
latinoamericanos. ¿Les suena la historia? Estamos como en los mejores tiempos
del 2000, cuando la burbuja de Internet parecía que no estallaría nunca. Aunque
con una diferencia: Google arroja hoy beneficios reales. Su valor de mercado es
una versión 2.0 de la especulación financiera.
Ni que decir tiene que los dos treintañeros fundadores, ingenieros formados en
Stanford, Sergy Brin y Larry Page, que deben de tener entre un tercio y la mitad
de las acciones de Google -no ha trascendido el dato- pasarían de facto al club
de los primeros multimillonarios del planeta.
Venture capital que se forran; también la Universidad de Stanford
Las dos firmas de capital riesgo, Kleiner Perkins Caufield & Byers y Sequoia
Capital, que invirtieron en Google en 1999, tienen, cada una, entre el 11 y el
14 %. También figuran como accionistas Yahoo y America Online. Yahoo invirtió
hace años $10 millones convirtiendo a Google en su motor de búsqueda. Ahora
ganará mucho dinero, pero también habrá contribuido a crear un gran competidor
que le hace mucho daño.
En 2002 AOL compró dos millones de acciones de Google, por unos $22 millones.
Son socios capitalistas, igualmente, personajes de éxito del Silicon Valley,
como Marc Andreessen -fundador de Netscape- y Shawn Fanning -creador de Napster-,
Pierre M. Omidyar -fundador de eBay-. La Universidad de Stanford, una de las más
ricas del país, tiene la patente de la tecnología; está en manos de la
Stanford´s Office of Technology Licensing.
Los dos estudiantes, Brin y Page, que se conocieron en 1995, idearon la
tecnología de búsqueda de Google trabajando en un proyecto de data mining para
la Universidad. Ahora, desde Google, pagan anualmente royalties a la Universidad
de Stanford, que también tiene acciones en la compañía. Los términos del acuerdo
son secretos. La conclusión es que todos ganan, y como escribía el Times, "If
Google Goes Public, Search for 'The Rich Get Richer'" (los ricos se hacen más
ricos
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