|
|
Opinión: El derecho a ser libre |
Desde distintas instancias se presume que la defensa del soft libre es toda una
muestra de progresia y de compromiso hacía la sociedad
|
|
|
Noticias
relacionadas |
|
|
|
Angel Cotés - En los últimos años un nuevo
movimiento ha calado con fuerza dentro del mundo de las TCI, el de los
defensores y evangelizadores del software libre.
Arropados con toda una capa de lenguaje progresista y solidario, este movimiento
se extendió rápidamente por todo el mundo, desde las unviersidades
estadounidenses, haciendo de la lucha contra el "monopolio" de Microsoft su
principal bandera.
Y es que a pesar de que Microsoft no es el único fabricante que apuesta por el
software propietario su posición de predominio en el mercado era una marca
suficientemente conocida para llevar esa "lucha" a la sociedad y que esta
comprendiese el alcance de la batalla. Curiosamente, en los
últimos meses la defensa del software libre ya no es patrimonio de la izquierda
y sectores liberales y conservadores de nuestro país, también la han alzado como
bandera.
Un aire fresco
La irrupción de los defensores del software libre en el ambito ciudadano
facilito la llegada de "aire fresco" en las anquilosadas estructuras de muchas
corporaciones y administraciones que "invertían" enormes sumas de dinero en
procesos y herramientas informáticas sin contemplar otras alternativas
existentes... algunas de ellas mucho más economicas y con mejor rendimiento para
el uso al que estaban orientadas.
El software libre no es siempre la mejor solución
Muchos hemos apoyado el desarrollo de un marco competitivo en la industria de
las TIC.
Microsoft mantiene en algunos sectores un predominio importante (principalmente
en el escritorio con un 94% de cuota de mercado) aunque en otros terrenos su
posición esta comprometida por el empuje de otras aplicaciones (por ejemplo
Apache en Servidores Web y Java) y el arraigo de algunas compañías en ciertos
sectores (Unix en servidores corporativos).
Es más, en algunos países y en mercados verticales, como la educación en los
EEUU, son otras compañías las que tradicionalmente han mantenido un liderazgo
por encima de la firma de Bill Gates.
Es cierto que en un mapa complejo y donde las empresas e instituciones buscan
soluciones "globalizantes" la fuerza de Microsoft se ha ido acrecentado y que
también el alto coste económico que ha supuesto el mantenimiento de sistemas
basados en Unix ha "obligado" a migrar estos equipos a Windows.
Sin embargo, en esto radica la fuerza del mercado y la capacidad de evolución de
las empresas y no es menos cierto que a mayor grado de inversión, sea en
desarrollo, sea en marketing, más fácil es que las propuestas de estas sean
tenidos en cuenta.
Lamentablemente en todo este periodo de cambios y evolución, la competencia de
Microsoft ha sido incapaz de levantar una alternativa "creíble". Los Unix se
hundieron por su alto coste de mantenimiento y la incompatibilidad de sus
sistemas.
Apple ha ido siempre a la suya y no ha querido estandarizar sus propuestas fuera
de su propio marco. Y los fabricantes de herramientas han sucumbido más por sus
errores garrafales (caso de Wordperfect, Borland...) y su anquilosamiento en el
mercado que, en muchas veces, por la fuerza de Microsoft.
Aunque la ventaja de la historia es que cada uno la puede reescribir a su manera
y presentar los errores de uno como ataques de otros.. y en eso durante los
últimos años lo hemos visto hasta en la saciedad.
Las distribuciones basadas en el software libre, las herramientas y aplicaciones
surgidas de esta comunidad, pueden ser hoy una alternativa al "monopolio" de
Microsoft, y más cuando ya cuentan con el apoyo decidido de grandes jugadores de
la industria. Sin embargo sería del todo imbecil pensar que solo por el hecho de
ser de código libre o haber surgido de una firma comprometida con el software
libre estas deberían ser SIEMPRE mejores y más competitivas que las
desarrolladas por Microsoft u algún otro fabricante comprometido con el software
propietario.
Y he aquí el gran error en el que, lamentablemente, esta cayendo este
movimiento, al desear imponer una tecnología frente a otra no en base a sus
resultados o ventajas competitivas, sino a su procedencia.
La capacidad de elección, un derecho de los ciudadanos
Muchos de los defensores de esta nueva dinámica culpan a Microsoft de algo que
es tan inherente al ser humano como su capacidad de elección. Recordemos, un
valor fundamental en un estado democrático.
Dudo que en este país nadie pueda hoy no elegir cuando adquiera un ordenador que
sistema operativo desea instalarse o que herramientas ofimáticas prefiere usar
en él.
No voy a negar que las distribuciones Linux y herramientas basadas en el
software libre sean iguales o mejores que aquellas procedentes de grandes
multinacionales, sin embargo si el consumidor desea instalar estas ESTA EN SU
PLENO DERECHO.
Se alega de que Microsoft es una gran maquina de marketing invirtiendo una gran
cantidad de dinero en la promoción de sus productos... habría que ver por que no
lo hacen sus competidores.
Yo me quedo con el derecho a ser libre, a instalar las aplicaciones que me
vengan en gana y a no estar sujeto a ninguna disposición que me obligue a
utilizar tal o cual herramienta.
La administración publica debe ser transparente con sus ciudadanos
Algunos defensores del software libre exigen que la administración centre su
empeño en liberarse de las garras de las multinacionales y se adhiera a la
defensa a ultranza del software libre como un patrimonio nacional.
Quizas nos debamos preguntar por que también no debe potenciar su propia red de
telecomunicaciones "pasando" de las operadoras existentes o por que no potencia
"La Casera" en lugar de la Coca Cola o las cadenas de bocadillos frente a las
hamburgueserías.
Es cierto que el papel de las TIC es estratégico en el avance de la sociedad y
que las Administraciones deben jugar un papel de liderazgo en este terreno. Un
papel que, sin embargo, no debe suplantar al de las empresas y la iniciativa
privada y que en todo caso debe velar y promocionar para que exista una real y
clara competencia en este terreno.
Las administraciones gestionan el dinero de los ciudadanos y la elección de
herramientas, aplicaciones y hardware deben tomar como objetivo el largo alcance
y no el cortoplacismo, rentable desde el punto de visto electoral pero
totalmente negativo para la sociedad.
Para ello deben ser cuidadosos a la hora de elegir una plataforma, ver sus
posibilidades, ventajas, supervivencia en el tiempo, coste de instalación,
adaptación y amortización suponen. Y sobre todos estos parámetros tomar una
decisión.
Lamentablemente y a pesar del empeñó de algunos sectores en "migrar" la
administración hacía el software libre no he visto aún un estudio detallado
sobre el coste que esto supondría, plazos de implantación,
herramientas alternativas y las ventajas reales que de este paso se
devengarían. Empecemos por ahí y después podemos seguir hablando. |
Enlaces relacionados |
|
|
Biblioteca del Conocimiento: Documentos y Estudios sobre
Linux |
|
domingo, 25 mayo 2014 |
|
|