2002 Adrian Lamo

Adrian
Lamo, el hacker sin hogar, más famoso del mundo duerme por lo general en
un edificio en construcción cerca de Ben Franklin en Philadelphia y cuando
despierta se dirige a una computadora pública con conexión del Internet, con el
objetivo de "hurgar" entre los servidores de Internet. Sin embargo lleva siempre
consigo una laptop Toshiba y un celular, en caso de
no encontrar un sitio disponible.
Lamo trabaja temporalmente como
consultor de seguridad, a pedido de corporaciones (freelance).
El pasado Enero del 2002 encontró un fuga en la red hermética
de la corporación [email protected]. Este
joven de 21 años manifiesta que está ayudando a las compañías y a los usuarios a
entender los límites de la seguridad en Internet, aunque sus métodos alarmen a
los gigantes del medio.
Hace 2 años, Lamo se hizo conocido en los círculos de hackers
al haber ingresado en las redes de America on Line, Yahoo y
Worldcom, informando a sus administradores la forma cómo lo hizo.
Los propios administradores lo han llamado brillante y "provechoso" por
descubrir estos huecos en sus redes. Los críticos califican a Lamo como un
charlatán que quiere llamar la atención. "Está alguien impresionado con las
habilidades de Lamo? Él no está haciendo nada que sorprenda particularmente.
Tampoco ha descubierto un nuevo concepto de la seguridad. Él está buscando los
huecos básicos" escribió un miembro del foro de
SecurityFocus.
Adrian Lamo, quien aparece fotografiado en el primer lugar de
la izquierda, junto a los ex-convictos hackers Kevin Mitnick y Kevin
Poulsen, dice que su motivación es la curiosidad y no realizar actos
criminales: "reconozco que puedo ser acusado legalmente pero no permito que mis
acciones sean conducidas por el miedo". De ser enjuiciado podría ser condenado a
5 años de prisión.
La prisión sería un cambio irónico para Lamo, ya que sería la
primera vez en años que tendría un lugar fijo para permanecer. El dormir fuera,
en un colchón, ingresando a Internet en las bibliotecas de la universidad o
cualquier otro lugar público, vagar por las costas del país en tren o autobús de
Greyhound, constituyen su estilo de vida.
"Tengo un ordenador portátil en Pittsburgh, me cambio de
ropas en Washington D.C., para dar una idea de mi juridiscionabilidad". Pasa
la mayoría de sus noches en los sofás de los amigos. Pero cuando la hospitalidad
se torna difícil, se cobija en los edificios en construcción de la ciudad.
Lamo dijo haber encontrado su manera de vivir inspirado en la
compleja era militar colonial, intentando evitar tocar las puertas
constantemente. "Es una metáfora bastante buena, mi motivación por la cual soy
un intruso en Internet".
"Las redes de la compañía utilizan poderosos sistemas
Proxy, para que sus empleados se encuentren libres de incursiones o atentados a
través de Internet. Es una puerta unidireccional, esencialmente. Pero si los
servidores Proxy no se configuran correctamente, estas puertas pueden abrirse en
ambas direcciones, permitiendo a los intrusos atravesar estas seguridades
corporativas", dijo Chris Wyspoal, un
ejecutivo de la firma de Seguridad
@Stake.
Lamo encontró una vulnerabilidad en la red del periódico
The New York Times en menos de dos minutos. "Es tan simple a pesar
de que muchos se consideran un cinturón negro
de las artes marciales de las computadoras". A pesar de sus buenas intenciones,
Lamo podría ir a la cárcel por lo que está haciendo. Lo curioso del caso es que
hasta ahora nadie lo ha acusado formalmente.
Lamo insiste que a diferencia de muchos, el no toma el dinero
de las compañías a las cuales ha irrumpido en su seguridad. "Cuando tenía sed
durante la incursión en [email protected], me
compraron una botella de agua gaseosa de 50 centavos" contó Lamo, "es lo máximo
que obtuve".
En su lugar, el confía en los ahorros que guardó de los
trabajos temporales que realizó para la famosa compañía de ropa
Levi Strauss y para algunas organizaciones sin fines de lucro.
También recibe ayuda de sus padres Mario Lamo y Mary Atwood.
Durante su niñez y años de formación, su familia se mudó con
frecuencia, a Arlington, Virginia, Bogotá, Colombia, lugar de nacimiento de su
padre y finalmente a San Francisco. Cuando decidieron trasladarse a Sacramento,
Adrian Lamo que contaba con 17 años eligió quedarse en la ciudad y vivir por su
cuenta.
A pesar de las presiones de un adulto, los amigos dicen que
Lamo siguen siendo de algún modo, un niño. Lamo es "una amalgama extraña de
Robin Hood y el vaquero de la consola" escribió Whiters-Ridley en un foro de
noticias. "el es un samurai que vaga, como una suerte de
Mad Max, con
un corazón del oro."