La policía descubrió los cuerpos sin vida de cuatro hombres y
tres mujeres, todos ellos de veinte años de edad, más o menos, dentro de una
camioneta de alquiler en un área de estacionamiento cerca del pintoresco pasaje
de Saitama, 50 km al oeste de la capital.
Las víctimas perecieron asfixiadas tras haber inhalado gases de hornillos.
Uno de ellos había enviado un mensaje electrónico a un amigo anunciándole el
suicidio colectivo y el lugar escogido para ello.
De otro lado, en Kanagawa, 50 km al sur de Tokio, fueron hallados los cadáveres
de dos jóvenes de 20 años en circunstancias similares, a bordo de un automóvil
alquilado.
Los dos casos no están relacionados forzosamente, pero se cree que decenas de
jóvenes japoneses se habrían dado muerte después de haber entrado en contacto a
través de una página internet que incita al suicidio.
Así lo advirtió un portavoz policial al considerar que en ambos casos coinciden
una serie de hechos como que los suicidas no se conocieran personalmente y cuyo
único vinculo en común podría ser el haber usado la red para concertar la cita
que les condujo la muerte.
Los suicidios por Internet comenzaron a principios de 2003 y desde entonces han
muerto por esos trágicos pactos 34 personas, en su mayoría hombres, afirmó la
policía.
Cierre de páginas Según la cadena de televisión
NHK, los investigadores siguen la pista de las llamadas "páginas de suicidas" en
Internet, que podrían estar tras estas muertes.
En estas páginas, los internautas buscan a otros candidatos al suicidio para
poner fin a su existencia "en compañía". También se ofrecen recomendaciones,
como el uso de los braseros en lugares cerrados, a fin de acometer "con éxito"
su objetivo.
"Para quienes desean morir, Internet es la comunidad ideal, en la que pueden
compartir su soledad y buscar matarse juntos", explicó el psicólogo Yoshitaka
Fukui. "Individualmente es difícil suicidarse, pero una vez que se reúnen varias
personas es mucho más fácil actuar", recalcó el especialista en apoyo
psicológico a los depresivos.
Los pactos suicidas no son nada extraño dentro de la sociedad japonesa. La
aparición de internet, en la década de los 90, y su popularización entre la
juventud la convirtieron en punto de encuentro de muchachos desesperados o con
problemas psicológicos. La policía calcula que desde el 2003 unos cuarenta y
cinco suicidas concertar su muerte a través de la red, principalmente por medio
de estas paginas, cuyos responsables argumentan que prestan una inestimables
ayuda al creciente número de personas que se sienten solas en Japón o que
presentan claros cuadros de suicidas potenciales.
Afirman, que si bien es posible que estas hayan sido utilizadas para concertar
encuentros que acabaran con la muerte de los asistentes, es mayor el número de
personas que han encontrado consuelo y reorientada su trayectoria.
No todas, sin embargo, cumplen esta función y algunas de
ellas muestran una clara apología a estar forma de acabar con la vida, con
mensajes que impactan a aquellos con problemas, con depresiones crónicas y
personalidades influenciables. Hikkimori y parados
Las autoridades atribuyen los suicidios a la pérdida del sentido de la realidad
y a problemas de salud o económicos. En el primero de los casos destacan los
"hikikomori", que en japonés
significa inhibición, reclusión, aislamiento y este es el nombre que se ha
puesto al trastorno que padecen cerca de 1.200.000 chicos japoneses.
Otros, son las victimas del cambio de valores que ha supuesto la
crisis económica en Japón, con despidos y un paro que aumenta
significativamente.
Japón alcanzó en 2003 la tasa de suicidios más alta de su historia cuando unos
34.427 muertos lo que significó un incremento del siete por ciento en relación
con las cifras registradas un año antes.
Cerca del 70% de los suicidas son hombres de más de 20 años y los menores de 19
años representan otro 20%.
La mayoría de los suicidios (15.416) Son provocados por problemas graves de
salud, mientras que 8.897 Son atribuidos a dificultades económicas (deudas,
ruina, desempleo).
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