Año 3 - -
Decálogo de consejos para la compra de una cámara digital
El coste ya ha dejado de ser un límite para hacerse con una cámara digital; hoy en día, existen cámaras desde 60 hasta 6.000 euros, y buena parte de los aficionados a la fotografía optan por un producto de la gama económica, con precios inferiores a los 200 euros.

Pero, como en todo tipo de compras, al elegir una cámara hay que tener en cuenta una serie de criterios; un precio más o menos alto no indica necesariamente una mayor o menor calidad. Grupo CDW ha elaborado para la campaña de Navidad 2004 un decálogo con los aspectos en los que hay que fijarse al buscar una buena cámara asequible.

Hoy en día, existen cámaras de vídeo, cámaras de foto y también productos multifuncionales que sirven para las dos cosas. Este tipo de cámaras se ha perfeccionado mucho y ofrece calidad más que aceptable en una gran variedad de aplicaciones: grabación de vídeo y audio, fotografías, reproducción de archivos MP3... Ya no es necesario adquirir un reproductor, una cámara fotográfica y una de video por separado: se pueden tener los mismos servicios en un único producto.

1. ¿Grande o pequeña?

De tarjeta de crédito, compactas, ultracompactas y un largo etcétera. La oferta de cámaras digitales es tan amplia que nos permite encontrar una con la forma y dimensiones que busquemos, siempre que estemos dispuestos a pagar en consecuencia.

Cuando vayamos a decidirnos por un tamaño, debemos tener en cuenta que a dimensiones más reducidas, más funcionalidades se sacrifican, dado que un zoom óptico requiere un cierto espacio para "esconder" las lentes cuando no las utilizamos. De igual manera, menos espacio tendremos para baterías, el flash o los botones de control.

Sin embargo, hay que tener presente que no siempre la cámara más pequeña (o la más grande) es la más ventajosa. Es importante que resulte cómoda de usar y fácil de transportar. Más que en el tamaño, fíjate en el peso. Hoy en día, una cámara pesa una media de 130 gramos.

2. Resolución

Uno de los principales factores que determinan el coste de una cámara suele ser la cantidad de megapíxeles; a mayor número de megapíxeles, mayor calidad de imagen tiene la fotografía a la hora de imprimirla, mayor tamaño puede alcanzar al revelarla en papel fotográfico... ¡y también más caro suele resultar el dispositivo!. Con 3 megapíxeles, una cámara ya ofrece unos resultados de resolución muy satisfactorios.

En relación con la resolución, es importante fijarse en si son megapíxeles “interpolados por software” o no, porque suelen darse confusiones al respecto. Algunas cámaras permiten ampliar la resolución a través de un software especial que incorpora la misma cámara esto supone, por ejemplo, que una cámara con una resolución real de 2 megapíxeles obtiene imágenes de hasta 4 (¡pero mantiene el precio de las de 2 megapíxeles!). Eso sí, todas las cámaras tienen la obligación de indicar si tienen o no la resolución interpolada.

3. Memoria

La mayoría de las cámaras poseen memoria interna de 16 Mb, pero con eso no se hace casi nada. Tampoco resulta realmente útil que tenga más capacidad. De lo que hay que asegurarse es de que la cámara contenga ranura para tarjeta compatible con los modelos existentes en el mercado y así se puede ampliar la memoria hasta 512 Mb.

En algunas cámaras de gama baja sólo podemos almacenar las imágenes en una memoria interna fija. Si queremos llevarlas a revelar, deberemos conectar la cámara a una computadora y descargarlas. Por el contrario, con tarjetas de memoria podemos aumentar la capacidad de la cámara hasta el límite económico que nosotros nos impongamos, con la ventaja añadida de que podemos llevar únicamente la tarjeta a la casa de revelado.

Cada marca tiende a confiar en un tipo de tarjeta de memoria: las Sony, en Memory Sticks; las Fuji, en tarjetas xD; y el resto se alinean con los formatos Secure Digital/Multimedia Card o Compact Flash. Cada formato tiene unas ventajas e inconvenientes, y el único parámetro que puede hacernos decidir por una u otra es el precio de las mismas. Por lo general, las Memory Stick son las más caras y las Compact Flash las más baratas.

4. Facil de usar

Una cuestión de diseño: la cámara tiene que ser fácil y cómoda de usar. Muchos botones no significan automáticamente disponer de muchas utilidades.

En el software de la cámara podemos encontrarnos una gran cantidad de opciones adicionales que, según el tipo de usuario, pueden resultar interesantes o no. Grabar videos de baja resolución, realizar fotografía panorámica, sacar fotos con un sensor infrarrojo, autofocus tridimensional basado en láser, son algunas de las funciones "extra" que pueden ofrecernos las diferentes cámaras del mercado. Dependerá del peso que les demos para que jueguen un papel determinante a la hora de tomar una decisión.

5. Zoom

Hay que distinguir entre zoom óptico y zoom digital. En las cámaras económicas, el más habitual es el segundo, pero si se utiliza para ampliaciones muy grandes se pueden producir ciertas pérdidas de calidad en la imagen. Por tanto, a partir de una proporción de 4x (cuatro veces el tamaño original), los resultados serán mejores con zoom óptico. Pero con 4x o menos, resulta indiferente utilizar un tipo u otro de zoom.

6. Pantalla.

En cuanto al visor, ¡nada de pequeñeces! Hoy en día hay visores con pantalla TFT capaz de girar hasta 180º. Esto hace más fácil tomar fotografías y grabar en vídeo desde cualquier ángulo o perspectiva. Es importante comprobar que el modelo dispone de pantalla, y que es lo suficientemente grande como para poder ver las fotografías hechas en condiciones y comprobar si han quedado bien.

7. Compresión de imágenes

Más cuestiones técnicas: el formato de compresión. Existen nuevos formatos que comprimen la imagen en MPEG4, lo que multiplica el tiempo de grabación en alta calidad con el mismo tamaño de memoria. Y no son las cámaras más caras las que incorporan este sistema, sino las más modernas. En EE.UU. y en Japón ya lo utilizan prácticamente todas.


8. Conectores

Si las tarjetas de memoria son importantes para sacarle el máximo provecho a una cámara digital, no podemos decir menos de sus conectores. La salida USB se hace imprescindible para descargar las fotos a una computadora o convertir nuestra cámara en una webcam, y la no siempre presente salida de Audio/Vídeo analógica nos permitirá poder ver las fotografías en una pantalla de televisión.

Otros conectores que podemos encontrar son la de alimentación externa, ya sea para operar conectado a la red eléctrica, para recargar las baterías, o exclusivos de algunas marcas para conectarlos a impresoras fotográficas.

9. Baterías

¿Recargables o no recargables? Dependiendo del uso que le queramos dar a la cámara, es importante que el modelo que escojamos nos sepa decir con exactitud el tiempo de batería que nos queda disponible. Para ello, necesitará una batería recargable de unas características determinadas, que a la vez nos permitirá ahorrar en pilas.
 

10. Que no le falte de na :)

Cerciórate de que lleve integrado complementos como ranura para tarjeta de memoria, micrófono, flash, disparador automático... Los únicos accesorios básicos independientes deben ser el cargador de batería y la tarjeta de memoria.

 


 



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