El III Encuentro de Creadores, promovido por la Sociedad General de Autores y
Editores (SGAE) en Barcelona, ha acogido en su última jornada el coloquio La
protección y difusión de los contenidos culturales en las redes digitales. Con
el director de la Sociedad Digital de Autores y Editores (sDae), José Neri, en
el papel de moderador, esta reunión en el Teatro Nacional de Cataluña mostró la
concienciación de autores, productores y empresarios de electrónica en contra de
la descarga ilegal de contenidos en Internet y sus propuestas más inmediatas
para solventar este problema.
Bernard Miyet, presidente de la Société des Autors, Compositeurs et
Éditeurs de Musique (SACEM), se felicitó en su parlamento por la primera
sentencia judicial en Francia contra un ciudadano responsable de haberse bajado
ilegalmente de la Red música protegida. “En Internet no hay nada gratis”,
afirmó el presidente de los autores franceses”. Faltan medios para que quienes
aportan contenidos obtengan su recompensa”. Miyet propuso no sólo represión
judicial, sino también pedagogía desde las escuelas y una oferta cultural en
línea abundante y atractiva: “Las productoras discográficas deben ser más
abiertas en este sentido. A veces la oferta legal es tan escasa que el usuario
acaba buscando material en las redes P2P”, se lamentó.
En la misma línea, el rector de la Universitat Oberta de Catalunya,
Gabriel Ferraté, exclamó con énfasis: “Ya que no se pueden poner puertas
al campo, quizá deberíamos irnos a vivir al campo”. Ferraté aseguró que la
capacidad de transmitir información es la clave del cambio actual. Aprovechando
una cita de Leonardo da Vinci (“No se puede amar u odiar nada antes de haberlo
comprendido”), el rector barcelonés lanzó un mensaje de futuro optimista:
“Tenemos miedo al cambio, pero no olvidemos que lo transitorio da siempre lugar
a algo estable”. Antonio Guisasola, presidente de la patronal discográfica
Promusicae (antes, Afyve), saludó con entusiasmo el cambio tecnológico,
reconoció que transportar las reglas del mundo analógico al digital no ha
funcionado en la industria musical y que el proceso de adaptación aún sigue en
marcha. Para ello, además de incentivar desde su gremio una oferta legal rápida,
abundante y segura en Internet, expuso la importancia de establecer nuevas
alianzas para nuevos tiempos: “El éxito del iPod de Apple ha revolucionado la
industria musical. Siguiendo este ejemplo, la adaptación debe llegar ahora a
través de pactos y alianzas con nuevos actores, sobre todo, las compañías de
telecomunicaciones”, reconoció. Por último, Jesús Banegas,
presidente de la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la
Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), señaló la importancia de
que las nuevas tecnologías y la propiedad intelectual crezcan “de la mano”.
El representante de los fabricantes de soportes electrónicos aseguró que “nunca
ha habido más acceso a la creatividad y a la información, pero hay mecanismos
tecnológicos para una gestión segura y transparente de los derechos de autor.
Porque, si el creador deja de ser dueño del fruto de su ingenio –concluyó
Banegas-, la creatividad y la libertad quedarán cercenadas”.
Uno de los momentos de mayor confrontación en estas jornadas auspiciadas por la
SGAE en Barcelona llegó con la alocución de Miguel Pérez Subías,
presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI). Tras
manifestar su respeto a la Ley de Propiedad Intelectual, Pérez elaboró una
defensa de las redes P2P aduciendo que “desde luego, el problema es complejo,
pero hay más de tres millones de usuarios de estas redes en España que conforman
una realidad incuestionable”. El presidente de AUI defendió la libertad y el
derecho del internauta a utilizar este sistema para intercambiar ficheros, sin
presuponer por ello que se vaya a robar música. Y, aun en este caso, Pérez
Subías reivindicó la inocencia del usuario frente al proveedor de servicios
“que hace negocio con ello”.
Su discurso provocó la reacción de Bernard Miyet, que aludió a la relación
proporcionalmente inversa entre el auge de las líneas ADSL y la crisis en la
producción discográfica. Desde el graderío del Teatro Nacional de Cataluña, los
autores congregados se manifestaron con rotundidad en contra del planteamiento
del presidente de AUI. Paco Ortega, compositor y artista, sintetizaba
desde su butaca el sentir de gran parte de los asistentes: “Que yo decida
colgar mi obra en Internet para que cualquiera la coja de modo gratuito es
perfecto, pero que sea usted quien la cuelgue es un robo. El valor de mis
canciones –concluyó Ortega- lo pongo yo, y el derecho del usuario es decidir si
lo compra o no”.
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