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Agencias y redacción - La CMT dijo en una escueta nota de prensa que el
presidente puso su cargo a disposición del Gobierno "ante las dificultades
opuestas para llevar a cabo el complejo y delicado proceso de trasladar la sede
de la Comisión a Barcelona".Nombrado por el PP
El mandato de Bustelo, que fue nombrado por el anterior Gobierno del PP en
2002, habría terminado en diciembre de 2008.
Tras la victoria electoral de los socialistas, una de las primeras medidas
dentro de su política de descentralización fue aprobar el traslado de la CMT a
Barcelona. Desde ese momento, el presidente del organismo, dependiente del
Estado y adscrito al Ministerio de Industria, inició una campaña contra esa
decisión alegando las dificultades que supondría para este órgano regulador
realizar su trabajo desde una capital de provincia y no desde la capital. En su
campaña contó con el apoyo de los trabajadores (que también se niegan a ir a
Barcelona) y del PP.
La CMT, adscrita al Ministerio de Ciencia y Tecnología, tiene como misión
vigilar por la competencia en el mercado de las telecomunicaciones.
Bustelo decidió mantener su pulso con el Gobierno y anunció hace pocos días
que se mantendrían las comisiones más importantes en la capital del Estado, lo
que dejaba sin sentido el traslado de las dependencias a Barcelona. El Gobierno
salió al paso de estas declaraciones negando tal posibilidad y confirmando el
traslado total de la CMT a Barcelona
Los trabajadores no dan la batalla por perdida
El Comité de Empresa de la CMT no da la batalla por pedida aún a pesar de
haber perdido a su más firme aliado en la pugna que mantienen con la
Administración en contra del traslado.
Según declaro un representante de los trabajadores, el nuevo presidente "se
encontrará con los mismos problemas" que tenía ahora Bustelo sobre la mesa,
y que son, básicamente, las dificultades que en la plantilla y en el
funcionamiento de la CMT entraña el traslado.
"No creemos que los planes de llevar a cabo el traslado se vayan a ver
alterados por la dimisión, ni que al Gobierno le haya preocupado esta decisión,
y ni siquiera que Bustelo haya supuesto un gran obstáculo, aunque es cierto que
con un nuevo presidente será más sencillo ejecutar sus propósitos", añadió, al
referirse a la firma creencia de que el sustituto será "más proclive" al
traslado del regulador a Barcelona
Los trabajadores calificaron la dimisión de Bustelo, de la que se enteraron
por los directores de área, como una decisión "personal" relacionada con el
traslado, que en principio no les parece "ni negativa ni positiva" y que les
deja "expectantes". "A los trabajadores no nos ha comunicado nada, sólo a los
directores de la casa. Tampoco estaba obligado, pero hubiera sido un detalle",
indicaron.
El Gobierno deberá aceptar la dimisión y nombrar nuevo presidente
En fuentes del Ministerio de Industria indicaron hoy a Europa Press que tras
la decisión de Bustelo de presentar su dimisión, el primer paso para que ésta
se lleve a cabo es que el Gobierno la acepte.
Posteriormente, Montilla debe comparecer ante la Comisión de Industria,
Turismo y Comercio del Congreso para dar a conocer las condiciones y el perfil
profesional del candidato que se elija para presidir la CMT.
Finalmente, tras la comparecencia del ministro ante el Parlamento, el
nombramiento del nuevo presidente de la CMT debe ser aprobado mediante un Real
Decreto por el Consejo de Ministros.
Las mismas fuentes indicaron que no existen plazos establecidos para el
nombramiento del nuevo presidente y añadieron que, hasta que se produzca, la
responsabilidad de dirigir la CMT recae en la actual vicepresidenta, Elisa
Robles.
Así consta además en el apartado 3 del Artículo 5 del Reglamento de la CMT, en
el que se señala textualmente que "el presidente será sustituido en los casos
de vacante, ausencia o enfermedad por el vicepresidente de la Comisión y, en su
defecto, por el miembro del consejo de mayor antigüedad y edad, por este orden,
entre sus componentes". |