La Federación de Asociaciones Contra el Sida de Andalucía contrató al
diseñador Rafael Iglesias para que le diseñe el afiche de su nueva
campaña.
Luego de varios días de estudio, el artista y la entidad decidieron usar la
imagen del Sagrado Corazón de Jesús para promover el uso del condón.
Pero pronto, la federación decidió dar un paso atrás con la idea para no herir
susceptibilidades.
No conforme con esta decisión, el artista Rafael Iglesias decidió continuar con
la campaña y solventarla con dinero propio.
Así Iglesias sacó a la luz un póster en el que la imagen de Cristo sostiene en
una de sus manos un condón, con la leyenda: “Ama al prójimo como a ti mismo.
Utilizar el preservativo para prevenir es divino”.
Las críticas aparecieron de inmediato. A pesar de ello, el artista sigue firme
con su postura
“Como persona privilegiada por mi acceso a los medios de comunicación, sería
un cobarde si no la utilizara para llamar la atención”, argumentó Iglesias a
un medio español.
Comunicado de Rafa Iglesias
Sres. conciudadanos,
parece ser que a raíz de la promoción de mi campaña de prevención
de SIDA, se ha originado un sentimiento de malestar en algunos
sectores de opinión.
No es mi ánimo ofender gratuitamente ninguna sensibilidad
religiosa personal ni colectiva, perfectamente respetable dentro
de una sociedad abierta y plural como la que tenemos la suerte de
disponer, y que nos permite en la mayoría de los casos expresarnos
de una manera civilizada y respetuosa.
Aunque no comparto ni lejanamente la visión de estos Sres., de
todas formas, vayan por anticipado mis excusas para quien, en
entendimientos mas bien sesgados y no demasiado acertados, no lean
más allá de ciertos aspectos y antepongan determinadas opiniones
infundadas a un aspecto tan importante como la salud pública. Ni
ha sido, ni será nunca mi intención agredir de ninguna forma a las
creencias religiosas, sea la cristiana o cualquier otra.
Todo lo contrario, se ha pretendido comunicar con ellos, poco
receptivos en principio al mensaje esencial, precisamente por
medio de un personaje que es piedra angular en su sistema de fe.
Una figura que no es exclusiva ni mucho menos ni de la
intransigente curia española ni de ninguna hermandad, sino alguien
que trasciende en la cultura universal y que merece absolutamente
todo mi respeto y admiración, pues estoy totalmente seguro que él,
como bien parece según lo que sabemos, hubiera hecho lo divina y
humanamente posible para erradicar de nuestro tiempo, esta
maldición bíblica que nos aqueja, el SIDA.
Un personaje por otra parte, tratado conceptual y gráficamente con
el máximo respeto:
¿Se caricaturiza de alguna manera, se coloca en algún contexto
jocoso o denigrante, se pone en tela de juicio palabras otorgadas
en autoría a tan insigne y bello personaje? ¿Donde esta la ofensa,
donde el pecado, señores míos? Les ruego que no confundan
versión por perversión, pues no ha lugar a ello.
Debo decir, que no acabo de entender esa indignación, ese rasgar
de vestiduras. Si me permiten la expresión, ese ser más
papistas que el Papa, ese grito en el cielo haciendo suya la
posición y argumentos de un obstinado empecinamiento y una
obcecada tozudez de una parte minoritaria de una institución, la
Iglesia, que según sus propias palabras, defienden la vida, algo
que a todas luces es una contradicción con determinadas actitudes.
Esta situación trae a mi memoria otra campaña de una famosa marca
de ropa interior americana que mostraba a un muy joven efebo,
ataviado únicamente con unos slips. Algunas asociaciones (por
cierto cercanas a la religión católica) catalogaron a esta campaña
como impúdica y denigrante. Sin entrar en análisis demasiado
técnicos y desde un punto de vista personal y profesional, me
sorprendieron dichas afirmaciones, pues el tratamiento tanto
conceptual como de imagen, estaba totalmente carente de ninguna
connotación sexual o morbosa. Sin embargo, si comprendo que bajo
ciertos prismas desviados, se vean mensajes y lecturas que tal vez
estén sólo y exclusivamente en la mente de determinados
espectadores.
Sres. creyentes, no sigan el ejemplo de una parte no
representativa cualitativa ni cuantitativamente dentro de su
Iglesia y mucho menos de la sociedad. No hagan suyos esos
argumentos de obtusa tozudez, falta del más mínimo y elemental
sentido común. Dejémonos de intolerancia, y pensemos que tal vez,
se pueda permear más aun socialmente con la información que nos
interesa transmitir: hoy por hoy, el preservativo es la mejor
herramienta de prevención, determinantemente demostrado de una
manera empírica.
Tal vez por esta circunstancia y gracias a esta polémica y debate,
podamos salvar una vida, la de algún amigo, vecino o familiar. Sin
duda querido ciudadano estará de acuerdo conmigo, en que entonces
habrá merecido la pena.
Rafael Iglesias
Diseñador y publicista
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